Cima sagrada para los nativos, sueño de conquista para extranjeros. La cima del Qomolangma domina el mundo espiritual. El pico Everest, el geográfico en el planeta Tierra.
Es el deseo de los aficionados a la montaña de cualquier país, hacer algún viaje para, al menos, ver la montaña más elevada del planeta. El Everest con sus 8848 m y creciendo medio centímetro al año. El pico más alto sigue elevándose según las últimas mediciones desde el acuerdo Chino-Nepalí. Desde Diciembre 2020, tiene oficialmente 8848,86 cm. Qomolongma significa literalmente La Tercera Diosa pero es mucho más popular su significado como Madre del Universo.
Lo normal para visitar el coloso son los trekking desde Nepal en la vertiente sur del Everest. A lo largo de muchos cientos de km, algunos, los más altos picos, marcan en el Himalaya la divisoria y frontera entre Nepal y China. Para ver de cerca el Everest, desde Nepal, hay que viajar en avioneta hasta el famoso aeropuerto de Lukla. Aunque es posible llegar a pie, no hay carreteras desde Katmandú, de forma que el único medio para transportar tanto personas como suministros hasta el Campo Base Nepalí pasa obligatoriamente por el transporte en avión. Desde Lukla hay que hacer luego una caminata exclusivamente a pie de cuatro/siete días ida y otros tantos de vuelta hasta llegar al Campo Base, situado a 5.364 metros de altitud, entre nieves perpetuas. Está en la base de la montaña, entre medias se interpone el largo glaciar del Khumbu, la vía de ascensión hasta la cima por su cara sur. Esta cara esta flanqueada de otros colosos montañosos, con lo que no es fácil ver el tamaño real y completo del «diente» montañoso donde se sitúa la cima del mundo.
Monasterio de Rongbuk y Everest. Tíbet. Septiembre 2010. Las dos BMW F 800 GS quedan integradas en el paisaje. Foto Clauss Possberg.
Desde la cara norte, justo al otro lado, en la región autónoma del Tíbet, perteneciente a China, se parte de un altiplano ya situado a mas de 4000 m. No hace falta rebuscar tanto entre valles para alcanzar por carretera el campo Base del Everest en Tíbet a 5160 msnm. Este CB está en las escorrentías superiores del glaciar Rongbuk y suele estar la mayor parte del año despejado de nieve. La frecuencia y cantidad de las precipitaciones de nieve en la cara norte del Himalaya, es mucho menor que en la cara sur nepalí por donde llegan y se frenan descargando, los monzones asiáticos.
Es por tanto mucho más fácil de acceder hasta el CB de Tíbet, y más desde que se asfaltó la pista. Asfalto y señalización horizontal, hasta más allá del monasterio de Rongbuk, muy cerca del campo base para los escaladores. Este se encuentra solo unos 5 km más arriba que el monasterio, donde se fijó el primer campamento Base. La ascensión alpinística hasta la cumbre desde Tibet es más difícil que desde Nepal y los permisos limitados por China a 300 al año. Llegar hasta la base de la montaña es mucho más sencillo por China, donde no es necesario ni vuelo ni caminata de aproximación.
Monasterio Rongbuk. Tíbet. Grupo Paco Torres. Octubre 2019. Gustavo Cuervo World Tours
La foto imposible
Lo de llegar por carretera es literal en Tibet, pues la ruta está asfaltada completamente. Superado el puerto de Kya Wu Lah la carretera llega hasta muy cerca del campo base de los escaladores, superando incluso el campo Base turístico, situado junto al monasterio de Rongbuk. En 2010 era todo pista, a tramos bastante dura, pero era posible llegar en tu moto más arriba del monasterio unos 5 km más cerca del Everest, justo hasta el límite donde las piedras marcan la morrena frontal del glaciar.
Ruta entre Campo Base y Monasterio Rongbuk. Gustavo Cuervo. Septiembre 2010. Foto. Clauss Possberg.
En China, la presión turística aumentaba y en 2018 pusieron en marcha una gran remodelación. Cerraron el Campo Base de la morrena, ya para entonces el de escaladores estaba aún más arriba, asfaltaron por completo la pista entre Tingri y el monasterio de Rongbuk y limpiaron a fondo el antiguo asentamiento, dejándolo libre de marca humana. La idea, ofrecer un Campo Base turístico para la creciente afluencia de visitantes que tuviera suficiente aliciente y vista impactante del Everest y dejar limpia toda la aproximación final a la montaña más alta del mundo. Está claro que el monasterio de Rongbuk con sus magníficas vistas del Qomolomgna por su cara norte es el punto lógico de fin de acceso de turistas, ideal sí, pero con una restricción más, sin vehículo propio. Para el traslado final se habilitó un espacio en el antiguo último control militar de acceso más abajo y se organizó una flota de autobuses turísticos lanzadera eléctricos para cubrir un tramo de seis kilómetros.
CB Everest Julio 2010. Izda. a dcha. Javier Urbón, Sebastián Álvaro, Luis Heras, Patxo, Ramón Portilla y Gustavo Cuervo.
A la cuarta se acabó
Ya no se puede subir con tu moto hasta el monasterio de Rongbuk y mucho menos hasta el originario CB. La primera vez que estuve allí fue con una BMW F 650 GS Dakar monocicilíndrica de origen japonés. Dirigia un grupo de viajeros endureros húngaros y rumanos en Mayo de 2010. Dos veces más estuve con las BMW F 800 GS. En Julio con mis amigos aventureros, con los que trazamos las rutas más especiales y con los que continuaríamos viaje hacia la pista perdida. La tercera vez fue en Septiembre de 2010 con Clauss, Anna y Fran, alemanes. Tuvimos que aguantar dos noches en el campo Base a que pasara la tormenta y ver el Everest como nunca. Por último, en Octubre de 2019, a la cuarta y con el magnífico grupo hispano brasileño de Paco Torres. ya tuvimos que dejar las motos en el parking lanzadera, subiendo en un autobús eléctrico, compartiendo este transporte sostenible en la cima del mundo con nativos, turistas y escaladores. A la cuarta se acabó lo de subir en moto hasta el Monasterio de Rongbuk y el CB Norte del Everest.
Monasterio Rongbuk. Mayo 2010 Equipo Hungría-Rumanía con Gustavo Cuervo y China Tierra de Aventura.
En el año 1717, el emperador Kangxi, de la dinastía Qing, envió dos lamas técnicos geógrafos para atravesar el Tíbet pasando por Xining y Qinghai, para dibujar planos de montañas y ríos. Hasta mediados del siglo XX, en 1953, no se ascendió hasta la cima del pico más alto del mundo. En las primera década del siglo XXI llegaban a los campos base de Nepal y China más de 40.000 visitantes anuales. Actualmente más personas pueden experimentar emociones reservadas solo a irreductibles exploradores hace unos puñados de decenios. Los paisajes permanecen, más allá de la dificultad de alcanzarlos por el siempre diminuto viajero, Los farallones rocosos, los páramos rígidos, los despeñaderos abruptos, torrentes salvajes, aludes, glaciares y nubes. Sueños y realidades faltas de oxigeno. El viajero de todo orden y condición queda extasiado ante la más elevada de las montañas del planeta Tierra.
Clauss Possberg y Gustavo Cuervo, Septiembre 2010, junto al monasterio de Rongbuk con el Everest de escenario
Se acaba el Tíbet amable. El viaje, en busca de la pista perdida seguirá avanzando hacia el oeste, hasta la lejana ciudad de Kashgar en el Xinjiang. Dejaremos atrás la montaña más alta del mundo pero también el Tíbet amable. La dureza de este territorio espera a occidente.
Continuará.
Ahora es más fácil llegar pero ya no te puedes hacer la foto con tu moto y el Everest de escenario.
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