Con punto de partida y final en Paris la ruta por el norte y oeste de Francia busca la singular región de Normandía y vuelve por el muy turístico valle del Loira conformando una ruta muy variada.

París justifica por si solo cualquier visita, siempre hay algo nuevo que descubrir en Paris y un ambiente cosmopolita con clase que le da un carácter único. Recomendamos este viaje sobre todo para disfrutar en pareja visitando palacios y playas, puertos pequeros y dulces villas, para realizar sin prisa por ruta locales dejándose seducir por los cuidados y decorados campos de Francia. Saliendo de la capital hacia el oeste buscamos la costa pasando primero por Versalles y a continuación por Rouen que ya aportan joyas arquitectónicas excepcionales El fastuosos palacio del Rey Sol en las afueras de Paris y la catedral de Rouen son las primeras referencias de una ruta que se llenara de catedrales, palacios, castillos.. pero también de pequeñas aldeas de costa e interior. El puerto del Havre en el margen derecho del rio Sena marca la llegada al mar y la ruta turística sigue por su ribera sur hacia la vacacional población de Deauville. Desde aquí no dejaremos el litoral del Canal de la Mancha para buscar su límite más occidental en Brest. Hasta allí lo primero es recorrer Normandía con sus playas donde tuvieron lugar los desembarcos de la flota aliada durante la segunda Guerra Mundial. Caen se toma como partida para descubrir los encantos de la península de Cherburgo, que resulta especialmente bella en su costa este. Mont Sant Michel es el lugar mas destacado de esta región. El pueblo que queda asilado con la marea alta, encerrado entre sus murallas y coronado por la abadía es una de las imágenes más conocidas de Francia, sin duda un lugar a visitar. Un poco más adelante Sant Malo y a continuación una ruta de carretera local que busca los acantilados norte de la Bretaña. Entre la punta de Sant Mathieu y la de Raz entre Brest y Lorient un mundo de cabos y golfos llenos de pequeñas aldeas y rincones verdes, pueblecitos de pescadores, playas y acantilados sin duda un lugar para dejarse atrapar entre sinuosas locales. Con rumbo sur pegado a la costa Atlántica se llega hasta St. Nazarie donde desemboca el rio Loira que remontaremos siguiendo una de las rutas pintorescas más solicitadas de Francia. El valle del Loira es un viaje clásico entre las rutas turísticas más prestigiosas y elegantes del mundo. Primero Nantes después Arlgers y luego Tours antigua ciudad galo-romana convertida durante los siglos XV y XVI en capital del reino de Francia, respira un ritmo propio al son de los ríos Loira y Cher. Su barrio medieval es modélico y siempre tiene una animación especial que tantas veces recrearon en sus obras los artistas franceses. La catedral de San Gatien la basílica de San Martí¬n, el castillo real, calles típicamente medievales flanqueadas por casas de paredes con entramado de madera y nobles edificios como en el barrio Plumereau y el Mercado de Flores. El Renacimiento revolucionó los castillos fortificados de la época medieval y los reyes pidieron levantaron moradas más abiertas, con ventanas más luminosas lujosas y con jardines ornamentales. En esta región citamos el Castillo de Chinon, el Castillo Real de Amboise, el Castillo de Chenonceau, y el Castillo de Villandry. Un poco más al interior siguiendo el curso del Loira, Orleans entre el bosque de Orleans y los estanques de Sologne, está especialmente orgullosa de su heroí¬na Juana de Arco. Animadas calles, la grandiosa catedral gótica de Sainte-Croix, el Hotel Groslot, y una magnifica plaza Mayor con terrazas, y encantadoras callejuelas medievales y renacentistas reclaman la atención del viajero. En esa comarca de Loiret, el Castillo de Sully-sur-Loire, el Castillo de Chamerolles, el Castillo fortaleza de Meung-sur-Loire, el Castillo de Gien, La Bussiíre, Saint-Brisson o la Ferté Saint Aubin. En la ruta de vuelta a París Chartres y su catedral, Patrimonio Mundial, considerada triple joya por su arquitectura, sus vidrieras y sus esculturas. En las proximidades los castillos de Eure-et-Loir como el Castillo de Maintenon, el Castillo de Diana de Poitiers en Anet o el Castillo de Cháteaudun. El Valle del Loira es naturaleza controlada por el arte de vivir que caracteriza a estas gentes amables. Una región donde la gastronomía es parte muy importante de la vida y a la mesa acuden los mejores vinos, carnes de caza, vegetales frutas y los famosos quesos franceses. El valle del Loira concentra tal cantidad de monumentos destacados que esta considerada en su conjunto como patrimonio de la Humanidad y donde siempre descubrirás las delicias de la vida al estilo francés.

 

RUTOMETRO

Paris-Versalles-Rouen-Deauville-Caen-Cherburgo-Mont Sant Michel-Sant Malo-Brest-Quimper-Lorient-Nantes-Angers-Orleans-Paris.