Fecha: 15 a 28 Junio 2007. Pilotos: Javier Alonso Iñarra, Felipe Cavero, M. Rodriguez, Luis Cavero

Países: China. Longitud: 4.000 km. Entorno: Desierto, llanuras, ciudades. Terreno: Asfalto, tierra.

Videos de la etapa: http://espanol.cri.cn/161/more/3942/ZTmore3942.htm

China central y alguna de sus ciudades super-pobladas fue parte del territorio recorrido por el equipo de Javier Alonso Iñarra. La circulaciónón por las carreteras de China central puso emociones en cada kilómetro del camino y en cada parada la curiosidad de los habitantes hacia las motos congrego a muchos curiosos. Inolvidables lugares arqueológicos, visitas a lagos y grandes obras hidráulicas en el rio Amarillo, Exhibiciones folclóricas y mucha amistad y camaradería con algunos ingeniosos mecánicos sirvieron para unir a los aventureros con el amigable pueblo chino.

Sábado 16 de junio: DUNHUANG

Aterrizamos en Beijing a las 5.30 con una extraña niebla que finalmente supimos que no era otra cosa sino polución, y a las 7 cogimos la conexión a Dunhuang que aterrizó poco antes de las 11.00. Enseguida nos dimos cuenta, tras un rato de incertidumbre porque no encontrábamos a Sabrina Li, nuestra guía turística china con la que ya habíamos establecido contacto desde España, de que no iba a ser fácil comunicarse con los chinos. Llegados al hotel, quedamos muy impresionados, porque, tal y como nos decía Sabrina, el hotel estaba al final de una larga avenida por la que se llegaba a las dunas que bordeaban la ciudad, y por lo tanto el hotel tenía unas vistas estupendas a las dunas. Sin casi tiempo para darse una ducha, nos pusimos a revisar las motos a fondo. Tras pequeñas reparaciones, como fijar una matrícula suelta, asegurar las maletas bien las maletas, repasar luces, frenos, aceite y presión de las ruedas, comprobamos la necesidad de montar tanto la llanta como la transmisión. Fueron 9 horas en total, en los que tuvimos que ir con Sabrina varias veces a la ciudad a comprar herramientas, a montar el neumático y comprar un kit de pinchazo, que no encontramos. Pero nos vimos impotentes para arreglar el servofreno que, a pesar de la revisión de luces de frenos, pedal y maneta, concluimos que se debía, como nos confirmaron más tarde, a la informática.

DIA 2 (Domingo 17 de junio): DUNHUANG

Teníamos previsto salir al día siguiente de nuestra llegada a Dunhuang, pero enseguida supimos que por ser inhábil, a efectos administrativos, tanto el sábado como el domingo, no tendríamos solucionados nuestros permisos especiales de conducir hasta el lunes a mediodía. Más aún, cuando era la primera que iban a emitir un carné para extranjeros, que acababan de ser autorizados unos meses atrás fruto de la firma de los acuerdos para la celebración de España en China.

Dedicamos por lo tanto el día al turismo, y no teniendo carnés de conducir, lo hicimos en el todoterreno de la organización que habría de acompañarnos conducido por Sabrina. Consistió básicamente en hacer unos 60 kilómetros de ida por el desierto, y otros tanto de vuelta para visitar una antigua e impresionante construcción de adobe que hacía las veces de peaje en la ruta de la seda, así como partes de la gran muralla. La excursión nos sirvió, sin duda, para darnos cuenta del estado de las carreteras en China: socavones, piedras, baches y desvíos hacía los laterales por obras de reforma. Pero lo más chocante fue la existencia de caminos de tierra alternativos y paralelos a la carretera. Por la tarde, a nuestra llegada a Dunhuang mantuvimos nuestro primer encuentro con los componentes del equipo de China Radio International (CRI) que nos acompañaría con una doble misión, consistente en cubrir el evento desde el punto de vista periodístico y dar apoyo burocrático, empezando por la obtención de los permisos de conducción. El encuentro consistió en una cena en una terraza de un céntrico bazar de la ciudad, y seguidamente pasamos a reunirnos en el bar del ático del hotel para repasar e introducir ciertas modificaciones en el itinerario previsto. Desde ese ático pudimos contemplar, como nos habían dicho, una espectacular puesta de sol sobre las dunas, donde empezamos tomando un te, y acabamos brindando con cerveza por el éxito de la aventura que ya había comenzado.

DIA 3 (Lunes 18 de junio): DUNHUANG-DAQUAIDAM

El día empezó con una larga espera durante los trámites administrativos de obtención de los carnés de conducir provisionales que tomamos con gran sentido del humor, sobre todo durante el examen médico, que consistió en ser medidos, y distinguir una letra de un color en un mosaico de otro color, a efectos de detectar si éramos daltónicos, todo ello con traducción simultánea de Manuel, nuestro intérprete de CRI,, entre muchas risas.

Tras finalizar los trámites, por fin nos pusimos en marcha hacia las 14.00 horas. Las primera tres horas de viaje fueron impresionantes, y nos sirvieron para empezar a darnos cuenta de que no habría dudas sobre la etapa elegida ni lugar para el arrepentimiento. En primer lugar tuvimos que atravesar una carretera entre la dunas, de la que muchos tramos estaban invadidos por la arena que el fuerte viento había empujado sobre ella. Aunque muchos trabajadores se afanaban en intentar despejar la carretera, el viento no cesaba y hacía inútil el esfuerzo de aquéllos. Tras las dunas, entramos en una cadena montañosa que habíamos divisado desde hacia muchos kilómetros atrás, con una ascensión a un puerto de 3.600 metros de altitud (a partir de entonces no descenderíamos de los 3.000 metros en los 5 días siguientes). Y finalmente descendimos del puerto a un desierto de llanuras por cuya carretera cruzaban constantemente los camellos bactrianos que serían tan habituales a lo largo de nuestro viaje (los camellos bactrianos son la especie de camellos con dos jorobas propios de Afganistán, Rusía y China que tiene su origen en la actual Rusia y eran comúnmente utilizados por los viajantes de la ruta de la seda, frente a los de una joroba, conocidos como camellos dromedarios, que se tiene su origen en la península Arábica).

Tras un día predominantemente soleado, acabamos nuestra etapa con una intensa lluvia en lúgubre pueblo llamado Daquaidam, en el que empezamos a apreciar que no pasábamos desapercibidos, porque no solo no habían visto un occidental en su vida como nos aseguraron en alguno de los lugares por los que pasamos, sino que también nuestro atuendo de moteros en gente de más de 1.95 como Luis o Javier, y el hecho de que en China está prohibido circular en motos de más de 150 c.c. nos convertían en centro de todas las miradas. Además, nos dimos cuenta de las consecuencias de tantos años de comunismo y de la reciente industrialización: en pequeñas poblaciones como ésta, en las que no acogen extranjeros en los hoteles (salvo que dispongan de autorizaciones como las nuestras), la contaminación y las condiciones de insalubridad explican porqué la esperanza media de vida no es más alta..

DIA 4 (Martes 19 de junio): DAQUAIDAM-ULAN

De Daquaidam salimos con una intensa lluvia pero con intención de hacer muchos más kilómetros de los que al final hicimos. La razón fue que el retraso en la salida de Dunhuang provocó que propusiésemos acortar, y por lo tanto, modificar algo el itinerario. A las dos horas de nuestra salida el embrague de la moto de Javier empezó a fallar y nos vimos obligados a detenernos en una gasolinera en el pueblo de Delingha para comprar líquido para el sistema hidráulico de dicho embrague. Pero lo que no podíamos imaginar es que una de las personas que pasaba por esa gasolinera sería la responsable de lo que ocurriría más tarde. Y es que a los poco minutos apareció un coche de la policía con un policía de uniforme y dos policías secretos que habían sido advertidos por un policía que no estaba de servicio y que nos había advertido nuestra presencia en el pueblo, para su sorpresa. Y es que, tal y como nos contaron los periodistas de CRI, no está permitida la entrada de extranjeros en Delingha debido a la existencia de determinadas fábricas que el gobierno chino no quiere descubrir al mundo. Pero Javier, en su condición de ingeniero industrial, no apreció que las numerosas fábricas que se podían observar al atravesar la ciudad no tuviesen actividad sospechosa alguna, aunque quizá no todo lo que quiera ocultar el gobierno chino esté siempre a la vista.

La policía secreta china, tras examinar en la gasolinera en la que nos encontrábamos nuestras autorizaciones y permisos, nos acompañó hasta un hotel en el centro de la ciudad, en el que permanecimos seis horas de larga y tensa espera que aprovechamos para comer algo y descansar un poco mientras un policía de uniforme custodiaba nuestras motos delante de dicho hotel bajo la lluvia.

Al cabo de las seis horas aparecieron los periodistas de CRI y nuestra guía Sabrina comunicándonos que tras haber sido interrogados por separado, y severos reproches por haber alterado la ruta que figuraba en nuestros permisos, no permitirían irnos, previa comprobación de las grabaciones de las cámaras de fotos y video que llevábamos. En ese momento, yo particularmente, sentí algo de preocupación, no por la imágenes que podían encontrar, sino por las sospechas que podían levantar tanto mis mini prismáticos como la mini cámara que había llevado a China con intención de instalar en el casco o en la moto en cuanto mejorase la meteorología. Y ello con mayor motivo, después de que nos hubiesen contado que unos meses atrás habían sido detenidos en un pueblo del interior de China dos supuestos agentes de la inteligencia japonesa por espionaje. Finalmente no hubo que mostrar las imágenes de nuestras cámaras, y fuimos escoltados por la policía hasta la salida del pueblo, prohibiéndonos, obviamente, volver a Delingha por cualquier motivo. Con la moto de Javier casi sin embrague conseguimos recorrer a las seis de la tarde unos doscientos kilómetros, hasta el pueblo de Ulan, donde encontramos alojamiento.

DIA 5 (Miércoles 20 de junio): ULAN-XINING

La mañana siguiente la empleamos en procurar arreglar el embrague, y tras varias pruebas y amagos, no lo conseguimos. Entretanto, y sobre todo mientras subíamos la moto a un camión que conseguimos alquilar para trasladar la moto hasta nuestro próximo destino, Xining, despertamos la curiosidad de más de una centena de habitantes de Ulan, que se agolpaban alrededor nuestro manoseando las motos, sorprendidos, los más entendidos, por la tecnología que dejan ver las BMW, y bloqueando prácticamente la calle en la que nos encontrábamos. Entre la muchedumbre nos sorprendió ver muchos musulmanes, que se distinguían por sus atuendos, y que se convirtió en una constante a partir de entonces. Al final de la mañana la salida de los alumnos del colegio local, hizo que aumentase nuestro público, y aprovechamos Marcos y yo, que nos habíamos implicado menos que Luis y Javier en la reparación, para regalar piruletas y todo tipo de merchandising a los niños.

Fue un momento difícil para todos porque empezábamos a darnos cuenta de que habían aumentado las posibilidades de que perdiésemos una de las cuatro motos hasta Pequín, y de la decepción que ello supondría tanto para nosotros como para la organización. Aunque los periodistas de CRI nos habían devuelto la esperanza al decirnos que habían localizado a través del teléfono un taller en Xining en el que habían asegurado que podrían arreglar el embrague. A las dos de la tarde pudimos ponernos en marcha, con Javier a bordo del Jeep de Sabrina, aunque con nuestro ofrecimiento para sustituirle por turnos, que rechazó.

La ruta que hicimos aquella nos gustó especialmente, puesto que tras visitar el lago salado de Chaka, que impresionaba por encontrarse rodeado de montañas nevadas, ascendimos un puerto de 3.800 metros para llegar al lago Qinghai, que rodeamos por las praderas que lo separaban de varias cadenas montañosas. A lo largo de dichas praderas se intercalaban tanto tiendas de campaña de pastores nómadas como templos budistas, y la borde de la carretera encontramos monjes budistas peregrinando a Lhasa. La peregrinación de los monjes budistas, para el que no lo sepa, consiste en arrodillarse y tumbarse cada tres pasos, escoltados por un carro con víveres que llevan otros monjes. La pregunta que cualquiera se haría había tenido respuesta en Chaka: mil ochocientos kilómetros a Lhasa.

Al anochecer, llegamos al hotel de Xining donde nos esperaba los periodistas que habrían de reemplazar a los que nos acompañaban, y ya habían acompañado al equipo anterior

DIA 6 (Jueves 21 de junio): XINING

Nuestras esperanzas de reparar el embrague de la moto de Javier aumentaron aún más cuando vimos que en el taller en cuestión había motos de gran cilindrada, incluyendo una Honda Goldway, una Honda Africa Twin, etc. y una BMW 850 c.c. Como sabíamos que en China están prohibidas motos de cilindrada superior a 150 c.c. (un motivo más para despertar tanta curiosidad entre los chinos), pedimos una explicación, y el dueño del taller nos contó que entre otras cosas, se dedicaba a cubrir las vueltas ciclistas en China. El taller no tenía desperdicio, puesto que mientras tomábamos un te que nos habían ofrecido, pudimos comprobar que en la tienda del taller vendían una marca de aceite de motor española, cascos y toda clase de prendas de enduro. Esto no sería sorprendente si no es por la limitación de cilindrada comentada, y por el hecho de que lo únicos cascos que habíamos visto a motociclistas chinos, eran cascos de obra.

El embrague quedó reparado, aparentemente, y aunque pedimos también que reparasen el fallo de carburación, que dejaba sin potencia la moto de Luis en los adelantamientos, y el fallo del motor de arranque de la moto de Marcos que cada vez era más patente. Pero ni siquiera se vieron capaces de intentar ambas reparaciones, tan solo lavaron las motos como les pedimos, y nos confirmaron que el servofreno de la moto de Marcos solo lo podríamos solucionar en el único taller oficial BMW que había en Pequín, cuyo contacto nos dieron por ser amigos de ellos. El día fue aprovechado por los periodistas para tramitar nuestros carnés de conducir definitivos, aunque temporales (con dos meses de vigencia), y Marcos y yo visitamos por la tarde con Sabrina un monasterio budista cercano a Xining, donde quedamos encerrados por no abandonarlo antes de la hora de cierre. Solo la inteligencia de Sabrina, recordando a los lamas que custodiaban la verja que, ella como mujer, no podía pernoctar en el monasterio, y que tampoco era conveniente que lo hiciesen, consiguió que no durmiésemos dentro del monasterio, y nos abrieran la verja a más tarde de las diez de la noche.

DIA 7 (Viernes 22 de junio): XINING-ZHANGYE

La travesía de las montañas Kilian desde Xining fue otro de los mejores momentos durante nuestra etapa en China. La bajada del primer puerto fue impresionante, y tuvimos el acierto, y la suerte gracias al buen tiempo, de decidir grabar con la mini cámara instalada en mi hombro la bajada fue por un puerto cuyas curvas, en un momento dado, eran tan cerradas y tan seguidas, que recordaban a la famosa Lombard Street de San Francisco.

Tras ellos largos valles entre las montañas bordeando un río, manadas de yaks que amenazaban con cruzar la carretera y una preocupación: el embrague de la moto de Javier volvía a fallar.

Llegados a Zhangye visitamos el que teóricamente es el buda más grande de la tierra, porque es un buda tumbado.

DIA 8 (Sábado 23 de junio): ZHANGYE-WUHAI

Este día elegimos colocar la mini cámara en mi casco. Gran acierto, porque aunque nos adentrábamos en el desierto Badain Jaran (parte sur del desierto del Gobi), lo cual era sinónimo de kilométricas rectas (sur del Gobi), nada más iniciar la ruta, y ya en desierto, nos adentramos en un puerto de montaña sin asfaltar, lo cual resultaba divertido previamente a la monotonía de las rectas, pero bastante peligroso por las nubes de polvo que levantaban los innumerables camiones y que hacían que los adelantamientos fuesen en algunos momentos a ciegas, o que fuese preferible por la dirección del viento, y del polvo, hacerlos por la derecha. Tras la apasionante subida, el descenso fue más para el disfrute porque el tráfico de la subida dejaba prácticamente sin tráfico la bajada.

Ahora bien, el momento de descanso y de espera hasta que llegasen los coches de apoyo que se habían quedado muy atrás, fue escaso, porque, escarmentados por nuestra experiencia en Delingha, decidimos obedecer a los policías militares que se detuvieron para decirnos que continuáramos si no queríamos ser detenidos. El motivo estaba claro, a partir de entonces no dejamos de ver campamentos militares durante muchos kilómetros, desde los que supusimos que habían salido los dos misiles que habíamos visto en el cielo una hora antes, mientras observábamos pedazos de la gran muralla a los lados de la carretera..

El hecho de que no hubiese hotel alguno donde teníamos pensado dormir, hizo que tuviéramos que continuar 350 kilómetros más de lo previsto y que fuese la etapa más larga de todas, con doce horas y media de duración. Y pudo ser más larga, ya que las descripciones orográficas de mi mapa permitieron de que me diese cuenta de que los periodistas de CRI que ejercían de guías de ruta, se habían pasado un desvío, lo que hubiera provocado sortear una cadena montañosa, y hacer casi otros 300 kilómetros más. A partir de entonces nuestra desconfianza en estos pseudo guías vigilásemos muy de cerca sus decisiones, puesto que era imposible guiarnos por nosotros mismos por la imposibilidad de leer las indicaciones.

Pero lo peor de la jornada fue el nuevo y enésimo fallo en el embrague de la moto de Javier. Si el cansancio era grande, la tensión lo aumentaba por conducir o ver conduciendo a alguien la BMW Adventure sin embrague. Javier, con gran habilidad, calaba la moto en las gasolineras, para ponerse en marcha, una vez arrancada era empujada por nosotros en punto muerto hasta que alcanzaba al velocidad suficiente para meter segunda “a capón”. Los peajes los pasaba con la colaboración de todo el equipo. Las otras tres motos nos adelantábamos a bloquear un carril, los periodistas advertían de la situación en la caseta de peaje, y Javier pasaba por el carril bloqueado sin frenar, con la barrera abierta o bien cerrada pero por un lado. Eso sí, hasta que le paró la policía por la prohibición que existe en China de circular por autopistas de peaje a las motos, partiendo de que la cilindrada máxima es 150 c.c. Y por último, llegó la entrada en la ciudad de Wuhai. Aunque sabíamos que el hotel en las afueras, una avenida llena de semáforos fue nuestro principal obstáculo. Pero los cronómetros que habitualmente existen en las ciudades de los países orientales y que advierten del tiempo que queda para el verde o el rojo fueron nuestros aliados. Y Javier consiguió no tener que detenerse en ningún semáforo.

No contentos con esto, la batería de la moto de Marcos dijo basta, tras varios días fallando, sobre todo en frío, el motor de arranque. Aunque pudimos solucionarlo con unas pinzas y la batería de uno de los dos coches de apoyo. Como es lógico, descartamos enseguida algo que probamos, aún estando seguros del fracaso: arrancar la moto empujando. El par motor y el peso de la Adventure lo hacen imposible.

DIA 9 (Domingo 24 de junio): WUHAI

Reparan la moto los del taller de Xining llegados en un coche alquilado, reproduciendo en un herrero el tubo que presiona los discos del embrague, y enfriándolo para poder introducir en él el rodamiento. Pero como faltaban presión hidráulica, cambiaron la maneta por la de la Honda Africa Twin que habíamos visto en su tienda.

DIA 10 (Lunes 25 de junio): WUHAI-ULANSUHAI LAKE

Salimos hacia el lago Ulansuhai, bordeando el río amarillo, y parando para merendar con el alcalde de un pueblo que se caracterizaba por una presa que visitamos con él. Luego entrevista con la televisión local de Linhe (Bayan Noor en mongol, puesto que nos encontrábamos ya la región autónoma de Mongolia Interior) en el arcén de la carretera, que filmó desde una unidad móvil en movimiento que nos precedió durante varios kilómetros en nuestro periplo circunvalando la ciudad.  El embrague no vuelve a fallar.

DIA 11 (Martes 26 de junio): ULANSUHAI LAKE-HOHOT

Visitamos el lago, que es una marisma habitat natural de aves. Nos recibe el Vicesecretario del partido comunista, y por lo tanto Vicealcalde, de la capital de la región autónoma de Mongolia Interior, en una copiosa cena. También nos acompañan varios políticos del foreign office, que no hablan inglés. Turismo guiado (templos)

DIA 12 (Miércoles 27 de junio): HOHOT-CABAÑAS PRADERA MONGOLIA

Subimos y bajamos un puerto filmando desde el colín de mi moto. Y llegamos entre rayos a un poblado mongol en la pradera mongola, donde nos reciben con un cordero recién matado en una fiesta con música y bailes. Al final acaban todos bailando música española al son del ipod de marcos.

DIA 13 (Jueves 28 de junio): CABAÑAS PRADERA MONGOLIA-XILINHOT

Ocho horas y media de largas rectas por praderas en la región autónoma de Mongolia Interior, con caballos salvajes (bonito pero peligroso) y chinos en dirección contraria por la autopista para no hacer más kilómetros en los cambios de sentido (más peligroso todavía)

DIA 14 (Viernes 29 de junio): XILINHOT-CHICHENG

Volvemos a hallar muralla china, y dormimos en un Hotel Balneario

DIA 15 (Sábado 30 de junio): CHICHENG-BEIJING

Valle impresionante por una inesperada pista, rodeamos un lago, y subimos varios puertos entre bosques. No esperábamos una ruta tan bonita tan cerca de Beijing. Entramos en Beijing con diluvio, intentando seguir a los periodistas a 120 km/h, porque piensan que lo peligroso en las motos no es frenar lloviendo a esa velocidad, sino que te den un golpe por detrás si vas muy despacio en ciudad. Dejamos las motos en el taller oficial (por lo menos aparentemente), que está en el cuarto cinturón de Beijing, porque, excepto los algo más de dos mil permisos especiales, está prohibido circular en moto por la ciudad. Detectamos el único pinchazo del viaje a dos kilómetros del taller, y con suficiente aire para llegar. En el taller, también concesionario, venden las BMW por el doble de precio que en España, y eso que están prohibidas salvo autorizaciones especiales.

(Javier Alonso-Inarra, Marcos Rodríguez, Luis Cavero y Felipe Cavero)

REPORTAJE CHINA INTERNATIONAL RADIO

La expedición motociclista española llega a Beijing 2007-07-02 16:11:10 CRI

El 30 de junio, los periodistas chinos y españoles integrantes de la expedición motociclista organizada con motivo del Año de España en China llegaron a la capital de nuestro país, concluyendo así la etapa entre Dunhuang, provincia de Gansu, y Beijing, la segunda de la Vuelta al Mundo BMW Riders que discurre por territorio chino.

Durante dos semanas, cuatro motociclistas españoles recorrieron más de 4000 kilómetros a través de montañas nevadas, valles, desiertos, praderas y planicies de las provincias de Gansu, Qinghai, Hebei y la región autónoma de Mongolia Interior. Los expedicionarios quedaron maravillados ante la belleza de los paisajes y la diversidad de las culturas del oeste de China, incluidas la tibetana, la musulmana, la de la Ruta de la Seda, la nómada y la agrícola. Allí donde se detenían, los motociclistas eran recibidos cordialmente por el gobierno y la población locales.

Emocionados por su experiencia en China, los pilotos españoles manifestaron que el viaje había sido una excelente oportunidad de conocer sobre el terreno el desarrollo del coloso asiático. Las fotos, los videos y los textos de los reportajes publicados en el sitio web de Radio Internacional de China les permitieron compartir sus emoción con sus familiares y amigos a través de la Internet.

Como es natural, los motociclistas tuvieron que vencer diversas dificultades, como las averías, los cambios de itinerario y el mal tiempo. No obstante, lograron superarlas gracias a su colaboración con los trabajadores chinos y a la ayuda brindada espontáneamente por la gente común.

La expedición, enmarcada en el marco del «Año de España en China» y coorganizada por Radio Internacional de China y Vuelta Mundo BMW Riders, cuenta con el apoyo de la Oficina de Información y Difusión al Extranjero del Comité Central del Partido Comunista de China, el Ministerio chino de Seguridad Pública, la Dirección General de Aduanas y las autoridades locales chinas.

A principios de julio se iniciará la tercera y última etapa por territorio chino, que llevará a los pilotos españoles desde Beijing hasta la ciudad fronteriza de Elinhot.