Rodando por el cielo
Las nubes cubren el Himalaya central y desde Kya Wu La no se ve el Himalaya central. En condiciones despejadas desde aquí se pueden ver cinco picos de mas de 8.000 metros de altitud, Everest, Cho Oyu, Lhotse Shisha Pagma y Makalú. En esta zona aun hay otros cuatro ochomiles más y solo restan cinco cimas, situados en el Karakorum Pakistán y la frontera de este país con China, para sumar los 14 ochomiles que hay en todo el planeta.
Descendemos por la carretera hoy asfaltada e impecable hasta con guarda-railes. El asfalto llega ya hasta el campo base y no dudo que pronto llegara también alguna gran cadena hotelera para instalar allí un hotel de lujo y por supuesto un aeródromo, para evitar a los que puedan permitírselo el incomodo viaje por tierra. No puedo evitar recordar las tres veces anteriores que pase por aquí. El camino de tierra, los vadeos de ríos de piedras hoy saltados por sólidos puentes. El progreso ha llegado al techo del mundo. Por último y como su maxima expresión, en el control final de policía hay que dejar las motos y tomar unos autobuses eléctricos.
China no se deja influenciar por los argumentos occidentales de conservación del medio ambiente. Simplemente va a su ritmo, pero no cabe duda que las imágenes de los atascos de alpinistas intentando inscribir su nombre en la montaña mas alta del planeta y las basuras generadas no son una buena imagen, ni para ellos. Aunque eso suceda al otro lado de sus fronteras, en Nepal, los chinos decidieron convertir el Campo Base norte del Everest en un atractivo turístico accesible y regulado. Asfaltaron la pista, recortaron el acceso al CB unos cinco kilómetros y situaron frente al monasterio de Rombugk, el conjunto de tiendas tibetanas que hacen la función de restaurantes y albergues, ademas de la oficina de correos mas alta del mundo. Si quieres alcanzar el original Campo Base norte del Everest, deberas hacerlo andando o en bicicleta. Llegar en moto ya no es posible.
Por el altiplano Tibetano.
Pasamos una mañana inolvidable entre el monasterio de Rombugk esperando. Durante las primeras horas el coloso no se dejó ver. Estaba seguro que abriría y así fue. Durante casi una hora las nubes nos dejaron admirar la grandiosidad de la montaña mas alta del planeta. Fotos, abrazos felicitaciones y comida antes de regresar hacia Tingri para lo que tendríamos que volver a subir el puerto de Kya Wu La y sus horquillas para volver a Tingri.
Restaban un par de días para regresar a Lhasa por una ruta alternativa. Tiempo para rodar por el mas puro altiplano tibetano, sus praderas color esmeraldas salpicadas de yaks y rodeadas de montañas de mas de 6000 metros. Tiempo de sentir la grandeza de la naturaleza, la pequeñez del ser humano. Tiempo de asombro y risas con niños tibetanos. Tiempo de rodar y vivir la amistad.
Francisco Torres Senior y Junior, Evandro, Jesús, Antonio, Roberto, Luiz, Javier, Enrique, Angel, Jose Manuel, gracias por compartir ruta y vida conmigo.
Gustavo Cuervo