Aprovechamos el largo viaje hasta Asia para hacer una primera escala en Pekin y conocer los secretos de la capital China.

La ciudad prohibida y la Plaza de Tian an Men, el Templo del Cielo, el palacio de verano, y por su puesto la Gran Muralla China.

Aclimatación en Lhasa

La aclimatación a la altitud es fundamental para viajar por Tibet.

La falta de presión de oxigeno debido a la altura, produce diversos efectos sobre el organismo de todos los seres vivos y los humanos, con todos nuestros conocimientos, sabemos sus efectos y su causa, pero no porqué unas veces afecta mas que otras a la misma persona. La única forma eficaz de adaptarse a la altitud es ir ganando altura poco a poco. Se recomienda no subir mas de 500 metros de desnivel por dia pero para empezar Lhasa a 3800 metros sobre el nivel del mar, es un buen inicio ( aunque un poco alta) ya que es la parte mas baja de todo el Tibet. Tres días aclimatarse y para conocer con calma el monasterio de Potala, residencia de los Dalai Lama, lideres espirituales de Tibet y máximos representantes del budismo tibetano. El templo de Jokan, en torno al que giran los peregrinos, siempre en el sentido de las agujas del reloj, a veces postrándose cada tres pasos. Dos conjuntos monumentales declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y sin duda lugares espirituales donde se siente la religiosidad del pueblo tibetano.

El barrio antiguo, ha sido rodeado en los últimos seis/ siete años por una nueva ciudad de populosos barrios residenciales, centros comerciales, deportivos… La población se ha multiplicado y multiplicara aun mas en los proximos años en forma de moderna ciudad china.

El equipo listo y aclimatado para empezar a montar por el Tibet

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