Además de ser una motocicleta especialmente bella tiene carácter propio y un rodar que proporciona una satisfacción absoluta a sus propietarios.
Será tan difícil encontrar a un «milenian» con esta moto como a un sexagenario pilotando una deportiva extrema de última generación y más de 200 CV. Más aún, casi seguro que nunca verás a un joven con una Transcontinental pero si podrás ver algún quemado nacido a mediados del siglo pasado sobre una enduro por ejemplo. Es ley de vida. En lo que si que hay casi completa unanimidad es en cuanto a al estética de la BMW R 18 Transcontinental. Los jóvenes la llamaran «armario ropero de tres cuerpos» y no se cuantos calificativos peyorativos más, pero si les preguntas si les gusta estéticamente, al margen de que sea su estilo de moto preferida, te diran que sin duda es bonita.
EN PARADO CON CABEZA
Lo mas dificil con diferencia a la hora de moverte con esta supermotocicleta son las maniobras en parado. Estacionar y reanudar la marcha son, con diferencia, las maniobras mas delicadas. Su elevado peso y su enorme volumen la hacen muy perezosa con inercias que hacen temer que cualquier inclinación en parado hagan «hundirse el buque» sin posibilidad de evitarlo y eso aún con la ventaja de su baja altura de asiento que permite llegar al suelo con ambos pies firmemente apoyados.
La marcha atrás resulta imprescindible pues resulta imposible empujarla hacia atrás en cuanto el piso tenga apenas unos grados de pendiente hacia adelante. Aun con esa ayuda hay que se metódico y tomarse siempre las maniobras con mucha calma y meditación previa. Pensar antes de iniciar la maniobra hacia donde quieres enfilar la moto y darte un amplio margen de giro para enfilar hacia adelante es obligatorio. El giro del manillar es más generoso de lo que pudiera parecer, eso si hay que acostumbrarse a que un giro total aleja una de las puntas del manillar bastante. Pues eso, con cabeza y calma.
Una vez que se inicia la marcha no es que los kilos desaparezcan pero si que la sensación de control mejora muchísimo. La baja distribución de pesos, una de las grandes ventajas del boxer permite control aun a escasa velocidad. Comienza la satisfacción y te sientes capaz de atravesar continentes siempre que sean Europa o Norteamérica claro.
CARACTER PROPIO
Su descomunal par motor (158 Nm a 3.000 rpm) para el que se suman su configuración bicilíndica boxer y una electrónica de gestión magnífica, invitan a cambiar pronto de marcha con el tacón ya que introducir el empeine del pie izquierdo por debajo de la palanca de cambio no es posible debido a la generosa plataforma resposapiés. Su accionamiento es preciso y tan bien resuelto que hasta se puede realizar sin embrague, una deformacion que tengo de siempre pues apenas utilizo la maneta izquierda en cualquier tipo de moto mas que para arrancar y parar. No es que esta R 18 lleve asistencia de cambio ni tampoco que sea una caja de engranajes «de carreras» por su largo recorrido pero no acusa ninguna dificultad en hacerlo siempre que naturalmente evites tener el motor sometido a carga al hacerlo. Para reducir marchas si que resulta recomendable apretar la maneta del embrague, pues se controlan mejor las inercias en la reducción. Vibraciones sí, las tiene y tantas como han querido dejar en su diseño pues seguro se podrian haber amortiguado bastante mas pero no te importan. vas en una cruiser con alma y tienes que notar sus latidos al igual que su sonido. Lo importante que si bien se notan en el manillar y deposito apenas se aprecian en los espejos minimalistas que mantienen siempre una buena vision sin perturbaciones .
Los kilómetros pasan dulces, nada invita a correr, más bien a gozar y todabía mas si subes el volumen de su excelente equipo de musica de la prestigiosa marca Marshall. Te recreas en sus relojes clásicos y en su amplia pantalla TFT . Te sientes cruzando Arizona aunque en realidad estes rodando por la autovia A-6. Cómoda para el conductor y ultraconfortable para el pasajero que ademas disfruta el excepcional sonido de audio que brota de los cuatro altavoces Marshall ( dos en el respaldo y dos en las tapas de la maletas laterales).
Su rodar es muy superior a lo esperado. Hasta las 3000 rpm las vibraciones son muy aceptables y mas notables a partir de ese régimen. Parece espedificamente siseñada para rodar por las infinitas rectas norteamericanas en sexta marcha a 2500 rpm y el control de crucero con el radar activado. En estas condiciones el singular reloj de reserva de potencia indica que asi tienes un 75% de potencia restante en el puño derecho. La estabilidad es notable para una motocicleta de estas características y dotada de tan enorme superficie frontal. Su protección aerodinámica excelente y para el verano podrás abrir las aletas laterales para mejorar la circulación de aire en «el interior».