Nacho Mahou, patrón y remero de ChopperOn Magazine (chopperon.com)Motorista impenitente, incansable vividor, cronista, «motógrafo«, viajero y patriota.Lema: «Me gustaría llevar la vida que llevo, pero pudiendo.»
Estos tiempos que corren (o no corren) me están haciendo ver las cosas de otra manera. La meditación y observación de mi confinamiento me han acercado a los denominados votos monásticos: pobreza, obediencia y castidad
Sin darme cuenta estoy cumpliendo la tríada. Lo peor es que me está gustando. Así que, cuando pase todo esto, voy a fundar un monasterio motorista: “motasterio”, y un movimiento cenobítico.
Ya he revisado varias webs inmobiliarias y en “tuquelo.com” he encontrado una abadía desacralizada en Ávila. El precio no es elevado, así que con la venta de mi piso en Madrid puedo comprarla, incluso invertir en sus instalaciones posteriormente.
Lo primero es asfaltar el patio del claustro. Donde está el pozo pondré una bomba de gasolina de esas antiguas, como las de la Route 66.
Cada celda será para un monje motorista, que dispondrá de wifi, tv y ducha caliente. También su moto tendrá habilitable un espacio privado con balletas, líquidos de limpieza, mapas y catálogos de piezas. En una zona común habrá una Kärcher para dejar la burra bien limpia. Y para la presión del aire de los neumáticos.
Hablando de áreas colectivas, los motoristas tendrán a disposición en la reclusión:
- Comedor para deglutir las viandas que el monje cocinero preparará; un excelente menú diario grasiento: costillas, hamburguesas, perritos, alitas -todo a la BBQ-, y muchas patatas fritas. Estando prohibido -como los musulmanes con el cerdo- el brócoli, coles de bruselas y nabo.
- Gimnasio para el exceso de peso. Con ring de boxeo, tatami de artes marciales y sauna de madera de pino de valsaín.
- Sala de cine temático “El Ábside”. Con proyección de películas con tres materias: de tiros, de persecuciones y de violencia a saco. Con capillas anexas a St. Wesley Snipes, St. Charles Bronson y St. Clint Eastwood.
- Campeonato de billar permanente, con degustación de cerveza artesanal con la inscripción. Trofeos elaborados con piezas sobrantes de la moto.
- Fábrica propia de cerveza artesanal, consecuente con el punto 4.
- Taller de mecánica operativo 24 horas al día con hilo musical de rock de los 70, principios de los 80. Con elevadores, banco de potencia y minibar.
- Pintura, pinstriping, powercoat y otros pigmentos. Decora España, pinta tu moto.
- Estudio de tatuaje a disposición de los monjes, con equipamiento para tres camillas, con suficiente tinta para cubrir la paquidérmica piel de un elefante.
- Zona de estudio, aula, o más conocida como la vieja escuela. Allí se repasan varios temarios de forma voluntaria que ocupan diferentes disciplinas:
- Visionar las mejores carreras de MotoGP, Dakar, TT de Man y otras virtuosas hazañas del hombre sobre dos ruedas.
- Mecánica específica de tu moto en pulgadas y/o métrica.
- Autotatuaje y otros beneficios subcutáneos.
- Cocina con grasa y cómo eliminarla bailando boogie.
- Granja práctica. Come lo que crías.
- Prepara tu viaje con poco equipaje.
- Evita las multas recorriendo caminos insólitos. Y cómo huir en caso necesario.
- Aprovecha las cláusulas del seguro de tu moto. Auto Peritaje.
- Manéjate con el hampa de la Inspección Técnica de tu moto. Aprende a intimidar.
- Taller de bordados: hazte tu propio parche. O no. Compatible con el aula de serigrafía: imprime tu propia camiseta (negra). O sí.
- Asignatura obligatoria: elaboración concienzuda de la cerveza artesanal. Conocimiento de sus cuatro elementos sagrados.
- Armamento ligero: de fuego y blancas. Defensa personal y lo otro.
- Entrena a tu perro. El mejor amigo tuyo, enemigo de otros.
- . Sala de póker, de brisca, de mus o cualquier juego de mesa decente. Incluso un mini casino. Dardos incluidos.
- Local de ensayo para los virtuosos de la música en su extensa magnitud. Quedan excluidos el merengue, salsa, reggaeton, calypso y ligera.
- Cultivo de tabaco y otras plantas que serán legales. Fuma lo tuyo.
El horario matinal (excepto los casos mencionados de 24h) será a partir de una cifra del reloj de dos dígitos (09:00 no sirve). No siendo obligatorio trasnochar, aunque sí recomendable.
El confinamiento en el monasterio no es tan rígido, se permite salir de ruta en moto a concentraciones, reuniones o matinales. Incluso para hacer unas curvitas. Una bula sellada permite abandonar la abadía.
La parte externa del priorato, compuesta de una extensión de 1,5 acres se utilizará para la cría de terneras, lechazos, venados, avestruces, faisanes y jabalíes. Un coto de caza de gran rendimiento.
Festividad: todos los meses son OktoberFest. Unas atentas camareras teutonas nos visitarán cada mes portando jarras de cerveza de gran calibre, bandejas de distintas variedades de salchichas: Landwurst, Bratwurst, Berlinesa y un pack degustación con Currywurst.
Este grupo de trabajadoras podrán saltarse el tercer voto que figura en el inicio del texto general. Al ser febrero el mes más corto se permitirá el acceso de camareras exóticas también.
No está permitido el acceso a las instalaciones a niños, ni gatos, ni familiares, ni conocidos de la mili, ni ná. Si desea entrar algún colega de algún monje, el abad organizará un concurso de pulso. Si la visita vence, podrá acceder. Si pierde, se paga una ronda de Old no 7 y entra.
Los domingos (sábado en Assen) serán destinados a la adoración de los pilotos más rápidos del mundo, con conexión en directo con los mejores circuitos.
Un tanqueta disuasoria se encargará de evitar la cercanía de vehículos de cuatro ruedas que merodeen por el área.
@nacho.mahou