Fecha: 3 a 17 Marzo 2006. Pilotos: Gerardo Seeliger, Sandra Voskujil, P.S. Schreiber, Jorge Seeliger.

Países: España, Marruecos Sahara Occidental./Longitud: 4.000 km./Entorno: Desierto./Terreno: Asfalto, Tierra, Dunas.

1er día: Marrakech-Sidi Ifni

Empezamos el día con una avería. El protector de plástico de los puños tocaba el extremo de la maneta del freno y anulaba el servo. Lo solucionamos gracias a la asistencia por teléfono. Control policial de la Gendarmerie Royale. Para evitar la multa les dejamos probar la moto, son policías de tráfico. Cuando nos despedimos el policía me da un beso. Sidi Ifni conserva algún recuerdo de la presencia española. Pasamos la noche en el hotel “La Suerte Loca”, acompañados por el batido constante de las olas. La bruma marítima es preciosa.

2º día: Sidi Ifni-el Aaiún.

Vamos por la carretera al lado del mar. Comemos una lubina buenísima a muy buen precio en un pequeño restaurante a pie de playa. El freno de pie de la moto de Jesús no retorna a su posición normal. Lo solucionamos cortando un trozo de goma de la malla portaequipajes y colocándolo debajo de la palanca de freno para que recupere ya que no funcionaba el servo. El Aaiún es una ciudad emergente con gran presencia militar. El estuario del río del Oro es muy bonito.

3er día: el Aaiún-Tiznit

Antes de llegar a Tarfaya llegamos a un lago de sal precioso. Sólo Jesús y yo nos acercamos a verlo. Quico decide seguir ya que cree que se trata de un espejismo. Llegamos a él a través de una pista de tierra. Visita muy recomendable.

4º día: Tiznit-Ait Benhadu (Ouarzazate)

Continúan los paisajes increíbles. Por segunda vez niños tirándome piedras. Me alcanzan como la semana anterior. Esta vez doy media vuelta y me quejo a la policía que manda una furgoneta para perseguirlos. Les comento a los agentes la mala imagen que da a los visitantes. Pasamos la tarde en Ait Benhadu, un pueblo fortificado (ksar) cercano a Ouarzazate. Ha sido escenario de películas com “Lawrence de Arabia”, “La Joya del Nilo” y es Patrimonio de la Humahidad gracias a la UNESCO. Visita indispensable.

5º día: Ait Benhadu-Marrakech

Cruzamos el Atlas por el puerto de Tizi´n Tichka. Paisajes, pueblos y mesetas impresionantes, el paraíso del motorista. Disfrutar de estos días de grandes espacios con una moto como la BMW 1200 GS Adventure ha sido maravilloso. Un pequeño truco que me ayudó a conservar mi integridad física y la de la moto (la mía tenía el asiento alto), fue la habilidad de un amigo zapatero que me colocó unos suplementos de goma de 5 centímetros en la suela de las botas, lo que me proporcionó un apoyo básico en momentos comprometidos, lo que se tradjuo en sólo un apoyo de la moto sobre la arena de la pista de Zagora en quince días de conducción.

Jordi Monjo

Sabado, Día 11, Llegada a Marrakech

Entrega y transferencia de las motos en la aduana del aeropuerto a las 19:00 h. Esta noche cenamos con el equipo anterior y comentamos, sobre mapas, su recorrido y el que nos tocaba decidir a nosotros. Sin mucha demora se decidió bajar, o por lo menos intentarlo, hasta Laâyoune.

Domingo, Día 12, Ifni (560 Km.)

Salida de Marrakech a las 7:45 h con dirección a Essaouira (200 Km.), para bajar por la carretera de la costa dirección Tamri. En las curvas del puerto de Tamri me quedé sin frenos, el servofreno se desconectó y tras unas llamadas a Madrid descubrimos que el protector de la maneta estaba tocando el freno delantero. Reparada la avería iniciamos de nuevo el camino hasta Agadir (200 Km.) dirección Tiznit y luego dirección Ifni (160 Km.), donde se nos echó la noche encima.

Lunes, Día 13, Laâyoune Lunes.

Salida de Ifni a las 9:00 h, tuvimos que esperar, por necesidad económica a que abrieran los bancos, con dirección a Guelmim. Aquí el paisaje empezaba a cambiar, a medida que nos alejábamos de Ifni el paisaje se volvía cada vez más desértico y árido. Llegamos a El Quatia, una población muy pequeña donde decidimos salir dirección Tarfaya por la carretera que va por la costa, llena de inmensos acantilados, rompientes naturales y playas vírgenes con barcos encallados en la orilla (el barco de la foto es de estas playas y es el que año tras año sale en el Paris Dakar). Tras un largo camino llegamos por fin a Tarfaya, población pesquera en la cual no encontrábamos gasolineras con gasolina sin plomo, repostamos súper 97 que le daba más brío al motor pero petardeaba en las reducciones de marcha. Después de un largo día, recorrimos un total de 500 Km., llegamos a Laâyoune a las 19:00 h. Sin demora, nos pusimos a buscar alojamiento para pasar la noche y a la salida de Laâyoune dirección Mauritania (a unos 25 Km. aproximadamente) encontramos el restaurante español “La Josefina”, hicimos noche en el hotel Marsa.

Martes, Día 14, Tiznit

Salida a 8:00 h y como la noche anterior recibimos un mensaje de que teníamos que fotocopiar los papeles de la moto de Kiko Muntadas para mandarlos por fax, tuvimos que parar en Laâyoune y realizar todo el trámite. Aquí a mi me abrieron la maleta de la moto para ver lo que llevaba dentro, suponemos que era un policía. Con dirección Tiznit a unos 150 Km. de El Quatia dirección Guelmi nos encontramos el lago salado. Llegamos a Tiznit con un recorrido total de 550 Km.

Miércoles, Día 15, Quarzazate

Salida 8:00 h de Tiznit dirección a Quarzazate. Este día recorrimos unos 400 Km. aproximadamente. Visitamos el Anti-Atlas.

Jueves, Día 16,

A las 9:00 h salimos hacia el Puerto Ait-Benhaddou, recorriendo todo esa zona. Esta etapa fue de unos 300 Km. Dormimos en Asgaur

Viernes, Día 17, Etapa 2 sector 2. Marrakech – Madrid.

Marrakech, 17 de Marzo 2006

Brmw, brmw, brmw, brmw, brmw, brmw, el sonido del motor de las 4 BMW 1200 A es como un alivio. Atrás dejamos Marrakech, su aeropuerto, la multitud, el agobio. Marrakech es una gran ciudad, pero su autenticidad ha ido cediendo ante la presión comercial y el turismo .Solo quedan pocos oasis en el centro de Marrakech: hoteles de lujo, restaurantes exóticos. Llenos de ilusión de ver el verdadero Marruecos, arrancamos las motos y nos dirigimos hacia el sur. El equipo esta compuesto por: Larry y su mujer Maggi, californianos, ella fotógrafa, el gran especialista off road, Maggi saco 1500 fotos desde la moto o el coche de apoyo, todas magnificas,Julio un corredor de Moto Cross argentino que había pedido específicamente esta etapa de desierto,Jorge, con muchas horas de moto y mountain bike, Santiago, piloto de la etapa de Alaska, que nos acompañó y nos siguió en coche, con su…Hummer! Nadie conoce Marruecos, desde el desierto hasta su burocracia como el, y yo.

Salida de Ifni a las 9:00 h, tuvimos que esperar, por necesidad económica a que abrieran los bancos, con dirección a Guelmim. Aquí el paisaje empezaba a cambiar, a medida que nos alejábamos de Ifni el paisaje se volvía cada vez más desértico y árido. Llegamos a El Quatia, una población muy pequeña donde decidimos salir dirección Tarfaya por la carretera que va por la costa, llena de inmensos acantilados, rompientes naturales y playas vírgenes con barcos encallados en la orilla (el barco de la foto es de estas playas y es el que año tras año sale en el Paris Dakar). Tras un largo camino llegamos por fin a Tarfaya, población pesquera en la cual no encontrábamos gasolineras con gasolina sin plomo, repostamos súper 97 que le daba más brío al motor pero petardeaba en las reducciones de marcha. Después de un largo día, recorrimos un total de 500 Km., llegamos a Laâyoune a las 19:00 h. Sin demora, nos pusimos a buscar alojamiento para pasar la noche y a la salida de Laâyoune dirección Mauritania (a unos 25 Km. aproximadamente) encontramos el restaurante español “La Josefina”, hicimos noche en el hotel Marsa. A los 20 km, ya estamos en plena naturaleza, los almendros en plena flor y los picos nevados de las montañas del Atlas Moyen aparecer por encima de la bruma de la mañana. Marzo es la mejor época para visitar Marruecos. Del calor seco del valle de Marrakech pasamos al frescor húmedo primaveral de las montañas que nos llevan al paso de Tizi n Test. Arriba niebla, nieve y un restaurante sencillo con una chimenea que nos calienta del frío. Estamos eufóricos. Reponemos fuerzas y seguimos, como siempre vamos justos de tiempo : ante la belleza del paisaje, la curiosidad por lo nunca visto y las dificultades de las carreteras, no podíamos hacer mas de 400 km al día, o no disfrutar este maravilloso país. Ya de noche, llegamos a Quazazate, no habíamos reservado hotel (parte de la aventura) y logramos habitaciones en el que nos parecía el mejor y que recomendamos: el Hotel Kenzi Azghor, cerca de la Kashb, en la montaña, vista a las montañas nevadas, con piscina y excelente desayuno de especialidades marroquíes. Al día siguiente teníamos un reto especial, visitar las dos Gorges de Dades y Todra, cruzando por un camino/pista que en muchos mapas no esta marcado. Fue una travesía dura pero muy bonita, besamos el asfalto, cuando al cabo de 4 duras horas, habíamos cubierto los 50 km.

Ya tarde, seguimos por un sin fin de pueblos con Kasbas hasta Erfoud. Al día siguiente con un Land Rover y un guía salimos temprano hacia las dunas de Mezurga, siguiendo la ruta del Dakar. Pasamos un día excelente, duro, pasando por cientos de jaimas, nos paramos en varias para hablar con la gente, los nómadas, aceptar un te dulce y ver algunos fósiles, amonites, trilobites, hachas y puntas de flechas y bifaces del paleolítico. En Erfout recomendamos el Hotel Xaluca, de un español. Magnificas habitaciones, piscina, comida, masaje, como en un oasis. Nos quedamos 2 días, disfrutando de la belleza de esta región del Tafilalet y sus múltiples oasis, pistas nobles, dunas y palmerales. De Erfout, ya con algo de retraso, decidimos salir para el mar, la mejor ruta es Agdz, Taroudant a Agadir, un viaje largo, por carreteras buenas y solitarias, cruzando todo el desierto al pie del Moyen Atlas. A la derecha los picos con nieve, a la izquierda la inmensidad, silencio y grandeza del desierto. Entrar en Agadir, o en cualquier ciudad, después de la experiencia del Sahara, es como despertar de un sueño bello. El ruido, polución, coches, el caos nos envolvió y devoro en un instante. Parecía que había acabado el viaje.

Pero aquí empezó un nuevo Marruecos: el país mirando al mar : los puertos de Agadir, Essaouira, la costa maravillosa, las aguas limpias, olas de surf, una carretera buena, de las mas bonitas del mundo, recuerdan a la Costa Brava o a California de los 1900, lo que solo se ve en películas. En Essaouira comimos en Chez Sam, el restaurante clásico del puerto y en Oulidada, el pueblo famoso de las ostras, comimos en la playa, rape, gambas y sardinas, ofrecidos y duramente negociados como beréberes, por unos pescadores orgullosos propietarios de un grill viejo y oxidado por el mar, por 30.- euros, 5 personas. Desde el paraíso ya salimos rumbo norte, las carreteras pequeñas comerciales se convierten en autopistas llenas de camiones, aceleramos y, ya sin perder tiempo, rumbo a Tánger, el ferry para dormir en Tarifa, en el magnifico y acogedor Hotel Dos Mares, rodeados de windsurf, kitesurf, deportistas de todos los países.

Al día siguiente, hicimos un recorrido por Andalucía que acabo, como no, en Jerez, donde se celebraba el Moto GP. Miles de motos alrededor de las nuestras, las mas bonitas, las mas queridas, compañeras fieles, que no nos abandonaron en ningún momento,…..y hubo momentos difíciles!!  Etapa anterior. Sevilla-Marrakech.    Etapa posterior Nueva York- Miami.

RUTA DE LOS EXPLORADORES. Por Jos Martín

Marruecos y el Sahara.

“El 10 de agosto de 1519, lunes por la mañana, la escuadra, llevando a bordo todo lo necesario, así como su tripulación compuesta de doscientos treinta y siete hombres, anunció su salida con una descarga de artillería, y se largó la vela del trinquete”.

Así describió Antonio Pigafetta la salida de la escuadra al mando de Magallanes para dar la primera vuelta al mundo. Partieron del puerto de Triana, en la orilla derecha del río Betis, frente a la Torre del Oro y con la imagen de la Giralda siempre a la vista hasta que Sevilla desapareció en el horizonte.

La salida debe hacerse precisamente desde Triana

Frente a la Torre del Oro, cruzar el puente de San Telmo y hacer una parada bajo la Giralda*, una de las Tres Hermanas que encontraremos en el camino. Tres alminares construidos en la misma época y con la misma idea arquitectónica: la Torre de Hassan en Rabat, la Kutubia en Marrakech y esta Giralda portentosa, la más noble, esbelta y hermosa.

En el Estrecho de Gibraltar, ese paso cargado de historia e historias, hay tres puntos básicos de interés: el cabo de Trafalgar, a 14 kilómetros de Véjer de la Frontera, en cuyas aguas tuvo lugar la célebre y trágica batalla hace ahora doscientos años; la Punta de Tarifa, donde desembarcó quien le dio nombre, el caudillo beréber Tàrik en el año 711, iniciando la dominación musulmana; y Gibraltar, frente a Algeciras, la antigua montaña Carteya, que también lleva su nombre desde que la llamaron Yabal Tàrik.

Gran Mezquita de Casablanca

Ya en Marruecos, surgen otros puntos sobresalientes: Tánger, ciudad que ha atraído a intelectuales, escritores y artistas como Paul Bowles, Tennessee Williams y Juan Goytisolo; Tetuán, ciudad tan árabe como española; Larache, con un bulevar lleno de buganvillas y su hermosa y porticada plaza de España (que ahora se llama de la Liberación), en la que estaba el edifico central de las Escuelas Españolas en Marruecos. Rabat, con su Torre de Hassan frente al mausoleo de Mohamed V y una acogedora medina levantada por los andalusíes;

Marrakech, con su Kutubia

dominando la plaza de Yamaa el–Fna llena de un trasiego continuo en el que nunca faltan los aguadores y cuentacuentos que son patrimonio de la humanidad, los puestos de sabrosa comida marroquí y las tiendas del zoco que la rodean. Como contrapunto, el pabellón de la Menara es un remanso de paz que tiene como fondo las cumbres nevadas del Atlas.

La carretera de la costa hacia el sur lleva desde Essauira a pueblos y ciudades con fuerte recuerdo español: Sidi Ifni, Villa Bens (en el cabo Juby), El Aiun, Cabo Bojador o Villa Cisneros (que ahora se llama Dajla). Las playas y el paisaje costero poseen mucho encanto, aunque son peligrosas. El viajero que decida bañarse debe tomar precauciones serias, debido a las corrientes.

A siete kilómetros de la frontera con Mauritania hay que formar convoy para atravesar la línea y bajo ningún concepto hay que desviarse de la ruta, porque la zona está minada.

Ya en territorio mauritano, se llega a la ciudad de Nuadibú. No hay carretera asfaltada hacia Nuakchot, la capital, sino pista que discurre atravesando el parque nacional del Banco de Argüin, bellísimo y en ciertos puntos espectacular. En tierra pueden verse chacales, hienas, lobos y felinos, en las playas, tortugas y cangrejos violinistas, en el mar, focas (si se tiene suerte), mantas raya y peces diferentes, y en el aire y los humedales, palmípedas y zancudas de todos los colores como el pelícano, el flamenco o la espátula también llamada sevilla. Los pescadores negros de la etnia imraguen pescan a veces con la ayuda de delfines.

Históricamente, Mauritania es la tierra de los almorávides, una de cuyas dinastías reinó en media España y dio nombres como Abu Beker o Yusuf ben Tachfin, el caudillo que quiso arrebatar al Cid la ciudad de Valencia.

En suelo mauritano la ayuda española es intensa, especialmente en la reconstrucción arquitectónica de edificios singulares y pueblos de interés, a los que se desplazan asiduamente arquitectos españoles. También hay campañas de salud para evitar cegueras y otros problemas oftalmológicos agudos, muy frecuentes debido a las tormentas de arena y el viento del desierto, y un centro de atención médica vía internet.

Nuakchot es pequeña y poco vistosa. Lo único con cierto lustre aparece en su mercado de alfombras y en la vista exterior de algunas mezquitas, a las que está prohibido entrar si no se es creyente musulmán. Desde la capital, comienza una carretera asfaltada que lleva al río Senegal, que hace de frontera sur.

Saint Louis es una isla que parece un barco. Está unida a tierra por puentes, uno de ellos, el Faidherbe, construido con el fin de atravesar el Danubio, aunque nadie sabe realmente por qué se quedó allí. La tierra contenida en el triángulo cuyos vértices son Ross (en la frontera), Saint Louis y Luga es geográficamente de una belleza sorprendente. El desierto que se adentra hacia el interior de África está cruzado por pistas accesibles y salpicado de oasis.

Dakar, ciudad colorista y bullanguera, no deja a nadie indiferente. En ella vive un amplio muestrario de las etnias del oeste africano, como los wolof, los mandinga o los peul que crearon imperios sobre las arenas del desierto o las orillas de los grandes ríos y que acabaron sirviendo de esclavos en el Nuevo Mundo. Es el final y el comienzo de nuestras dos primeras etapas. Dos lugares deben acaparar la atención: la isla de Goré y el Lago Rosa, llamado oficialmente lago Retba.

Lecturas y libros de consulta

–El camino español. Guillermo Armengol. Boletín de la Sociedad Geográfica Española nº 6. Madrid, 2000. Un viaje de Madrid a Dakar realizado por este profesor de fotografía de la Universidad Complutense y miembro de la SGE.

–Sahara. Gérard del Mármol y Albert d’Otreppe. Guías Azules de Hachette. Madrid, 2004. Una especie de biblia para quienes quieren viajar al Sahara.

–Andalucía, Marruecos y Canarias. Guías Afrodisio Aguado. Madrid, 1952. Libro que se encuentra sólo en librerías de viejo.

–Marruecos. Guías Acento. Madrid, 2002. Una de las mejores guías culturales.

–Usos, costumbres e idiomas en la Región Atlántica (Larache). Comandante García Gracia. Revista África. Ceuta 1930. Interesantísimo librito, joya difícil de encontrar.

–Relatos del Sahara Español. Selección, Ramón Mayrata. Libros Clan. Madrid, 2002. Ramillete de cuentos saharianos que se leen mejor a la luz de las estrellas del desierto.

–Bajo la jaima. Cuentos populares del Sahara. Antonio Jiménez Trigueros. Miraguano. Madrid, 2005. Más cuentos del Sahara.

–Camelladas. Théodor Monodf. Olañeta Editor. Palma de Mallorca, 2004. Un clásico de las lecturas del desierto.

–Las ciudades perdidas de Mauritania. Expedición a la cuna de los Almorávides. Mauricio Pastor Muñoz y Manuel Villar Raso. El Legado Andalusí. Granada, 1995. Libro excelentemente documentado y relatado.

–Ciudades de las caravanas. Itinerarios de arquitectura antigua en Mauritania. José Corral Jam. Fundación El Legado Andalusí. Granada, 2000. Libro de lujo para los amantes de la arquitectura africana.

Mapas

–Mapa de África norte y oeste. Carta 953 de Michelin, 1/4.000.000.

–Mapa de Mauritania. ITMB. Vancouver, 2003.

(*) Los lugares o edificios marcados en negrita son lugares de visita altamente recomendables. Deberéis visitar y fotografiar al menos tres de ellos a vuestra elección.

NOTA DE PRENSA

De Marrakech partió la segunda etapa de la Vuelta al Mundo BMW Riders que se dividió en dos sectores distintos. En el primero Jordi Monjo, F. Muntadas y Jesus Blanco tomaron rumbo sur, hasta alcanzar el Trópico de Cáncer, que corta a su mitad el desierto del Sahara. En el segundo sector Gerardo y Jorge Seeliger, en compañía de el norteamericano Larry Landes y el argentino Julio Quiroga realizaron el viaje de regreso de Africa hasta Madrid, acabando así con el primero de los Cinco Continentes por el que transcurrirá este viaje planetario y sumando las motos sus primeros 9.000 km.

Quiso el destino que al final fueran 10 ilusionados pilotos y doce los acompañantes que participaron en las dos primeras etapas, que con una duración de tres semanas recorrieron todos los rincones del nor-occidente africano. Ciudades míticas como Marrakech, Fez, El Aiun… paisajes prodigiosos como los de las montañas nevadas del Atlas, la costa Atlántica o los erg de dunas del Sahara fueron los entornos por los que rodaron las cuatro motocicletas BMW R-1200 GS Adventure. Lugares que excitan la imaginación de todo viajero como las Gargantas del Todra y el Dades, Dakla, Zagora, Merzouga, ruta de las Kasbahs… todos estos y muchos más son ya para los participantes en esta Vuelta al Mundo fuente de memorables anécdotas y buenos momentos vividos en compañía de amigos unidos por el espíritu GS.