Real Academia de la Lengua Española. Postureo: Actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción.

Acierta siempre, como es su deber, la Real Academia en la definición de las palabras, por mas que éstas tomen en ocasiones connotaciones modernas o temporales surgidas mucho después del nacimiento de la misma palabra y su incorporación al diccionario.

Sí, yo postureo. ¡Como no he de hacerlo!, incluso con mi característico salto, que en gimnasia se denomina carpa y que aprendí en mi adolescencia, de eso hace ya muchos años, pero que aún el físico me permite. Hasta en esta situación de salto, que algún muy afamado fotógrafo ha considerado el mejor acto para demostrar el carácter no fingido del retratado, se trata en gran medida de un postureo en concordancia con la primera parte de la definición artificiosa e impostada. Primero artificiosa porque no voy dando esos saltos de forma natural por el mundo en mi vida cotidiana y segundo, porque elijo el escenario, con lo que también se cumple la tercera parte de la conveniencia. Para la última, lo de la presunción ya no me cuadra tanto, o al menos está lejos de mi intención.

Yo postureo, sí, pero tú también, y ese, y la otra, y aquellos. Es más, algunos hacen del postureo su “modus vivendi” en la virtual vida digital de las redes sociales. El postureo puede ser mayor o menor y aquí es donde yo pongo el énfasis. Posturea el que se fotografía en su lugar de vacaciones, con la familia o frente a un plato de comida, por solo citar los más habituales, aunque si se hace sin la intención de presunción se debe considerar pose y no postureo. Así que el tema no es si se hace, o no, sino cuánto, de qué manera y con qué intención.

Ahora voy a añadir un nuevo elemento del que me di cuenta cuándo empecé a trabajar con TV allá por los años 80 del pasado siglo y que por supuesto, se aplica con mayor o menor énfasis y “postureo” en estudios tan variados como el periodismo o la política. Lo que no se muestra no existe y el protagonista que tiene el objetivo elige lo que mostrar y por tanto se puede considerar que en cierto modo manipula. Se puede estar cenando en un restaurante de lujo cuidado al detalle y tomar una imagen, sin moverse de la silla de una finca cercana con basura o simplemente desordenada, para a continuación subir la foto y un comentario tipo “lo que se ve cenando en tal restaurante”, o sin moverse del lugar, tan solo con cambiar la perspectiva, tomar una imagen de un plato exquisito y mimado hasta el extremo y hacer un comentario completamente opuesto. Las dos imágenes son verdaderas sin tener que utilizar ningún medio de edición, solo depende de la intención del fotógrafo mostrar una u otra y difundirlas. También ha sucedido y sucede con las imágenes tomadas con teleobjetivo o con gran angular, aun sin cambiar el tiro, solamente la óptica. Esto lo vemos cuando quieren influir nuestro entendimiento valoración de un lugar. Una playa por ejemplo, puede aparecer completamente abarrotada con teleobjetivo y casi desierta si la toma se realiza con gran angular. Cuando esta técnica de compresión y ensalzamiento mediante teleobjetivo, se utilizaba exclusivamente para engrandecer la luna, el sol, disminuir o aumentar el protagonismo de alguien o algo en la naturaleza, se conseguían efectos impresionantes; cuando se hace con intención tendenciosa para crear opinión es sin duda manipulación.

A lo que vamos, si todos postureamos en mayor o menor medida y la vista nos engaña ¿Qué hacemos?. A mi modo de ver, es esencial el espíritu crítico, no solo negativo también positivo, ante cualquier noticia, comentario o imagen. Contrastar la información en los medios es bastante fácil, lees o recibes uno y lo que hay que hacer es leer o ver el medio de la oposición. De esta forma haciendo una media es posible que te acerques más a la realidad, o que no te creas nada de ninguno de los dos, como esta pasando cada vez en mayor medida debido a la información tendenciosa que causa furor, aplausos exaltados entre los acérrimos e insultos y descalificaciones entre los oponentes.

Si postureas o solo posas, es tu elección, la de los espectadores es la de valorar lo que trasmites en la siempre difícil justa medida.