Hoy el primer día nos ha costado arrancar. No por falta de ganas es que en China cada día es una aventura; ya se sabe según dice la Real Academia de la Lengua Española: “empresa de resultado incierto”. La cuestión es que el carnet de conducir chino de Angel se retraso más de lo esperado, por falta de papel para imprimirlo, al menos esa fue la explicación oficial ,y no llego hasta las 11 de la mañana, pero eso no fue todo. Saliendo de Xining los rodamientos de una de las ruedas traseras repentinamente dijeron basta, y tuvimos que ir a la base en Duboa para cambiar de rueda. Total las tres, demasiado tarde para salir con destino a Zhangye y llegar con luz de día. Además las montañas que teníamos que atravesar para empezar la jornada mostraban una potente tormenta sobre sus cimas, en la que seguro nos mojaríamos mucho, así que decidimos posponer la salida un día y acercarnos hasta el Monasterio de Kumbú.

Los turistas chinos, en pleno periodo vacacional, lo tenían “tomado” y la verdad se hacía difícil respirar el místico ambiente que siempre ofrece este santuario tibetano. No obstante las pruebas religiosas que estaban realizando los monjes en la Plaza Central, ajenos al bullicio turístico que les rodeaba, ponían un toque de devoción tan profunda, como extraña a nuestro entender. Seguimos aprovechando el día y, evitando tormentas, nos acercamos a una pequeña aldea rural para disfrutar de un atardecer de cielos añiles y lomas esmeralda.

Angel: Estaba todo emocionado para salir esta mañana con mi esposa en la moto y ya en el primer semáforo con dirección a Zhangye: Avería. Nos volvemos a quedar en las proximidades de Xining y nos vamos al monasterio de Kumbú. El trafico sigue siendo singular, mucho más complejo que en Marruecos. En el monasterio me impactan las celebraciones de los monjes. Parece una película de Indiana Jones y me llama la atención el colorido de sus estatuas budistas. Después en la pequeña ruta por las zonas rurales me fascina el colorido verde del campo. Atravesando un pueblo pienso que no es necesario hacer enduro en el campo, ¡ con las calles ya vale!. Mañana nos pondremos en ruta temprano.