Todo tiene su momento en la historia. La concentración en un momento determinado del tiempo cronológico, de muy diversos factores provocan que las cosas sucedan en unas fechas determinadas y no en otras. Ni anterior, como se empeñan los pioneros, ni posterior como demuestran los que llegan tarde cuando el filón se esta agotando.

América fue descubierta para Europa por Cristóbal Colon en 1492, pero bien podría haber sido algunos meses o años (pocos) antes, o sin duda poco después por algún otro portugués, español incluso francés o italiano. Era el momento. Los conocimientos científicos y geográficos con la técnica de navegación habían preparado el terreno, mejor dicho el océano.

Libros de Gustavo Cuervo

Libros de Gustavo Cuervo

El boom de los viajes en moto de principios del siglo XXI también llego en el momento histórico que se consolidaron las condiciones adecuadas. Motocicletas irrompibles y medios de comunicación accesibles y baratos para toda la sociedad. Ambos hechos, como demuestra la historia, tuvieron precedentes mucho tiempo antes, tanto en los vikingos que llegaron a Norteamérica, como en los primeros viajeros en moto desde principios del siglo XX, pero su influencia fue menor y muy restringida. Son solo dos ejemplos claros de como cada cosa tiene su momento.

En el año 2020 y especialmente en el año 2021, asistimos casi perplejos, a la proliferación de la publicación de libros. Al mismo tiempo que muchas librerías echan el cierre, la fiebre de la escritura y publicación de libros tiene el mayor ritmo de la historia de España. Cada semana aparece un nuevo libro, cuando no dos o tres, con la temática de la motocicleta. Es el momento. El motivo de esta avalancha de ediciones tiene mucho que ver con la pandemia COVID 19. Confinados en los domicilios los viajeros han decidido que era la ocasión de ponerse a escribir sus vivencias, ya que no podían seguir realizándolas, que mejor que contar a todos sus propias pasadas experiencias. Bálsamo para el creador y entretenimiento casi medicinal para el lector, que así olvidan, al menos por un rato, las descorazonadoras noticias sobre el avance y destrucción de vidas y economías causadas por un virus letal.

Como en todo hay obras buenas y menos buenas. Relatos extraordinarios y memorables y páginas aburridas llenas de letras, párrafos y capítulos que en ocasiones obligan a olvidar la obra en la estantería para los restos, aun antes de finalizar el libro y sin dejar ningún poso en el lector mas allá del hastío. También como en toda empresa hay éxitos y fracasos y como en cualquier negocio los últimos son muchos mas que los primeros. Bien es cierto que la mayoría de los escritores de este boom son conscientes de que todo el trabajo invertido no será recompensado económicamente. El asunto no es tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Lo difícil de verdad es educar al hijo, que el árbol crezca y que el libro se venda. Aun con todo, todos los escritores tienen esa llamita que dice que su libro será un éxito de ventas y los mas entusiastas incluso que les reportará fama y dinero.

En el complejo mundo editorial son muchos los factores que hacen que el autor sea solo una pieza mas del complejo conglomerado de la edición, distribución, promoción y venta.  Además el autor no es el actor que se lleva la parte del león, mas bien al contrario, es uno de los eslabones menos beneficiados de la compleja cadena. Los mas privilegiados, en teoría, son aquellos cuya obra es publicada por una gran editorial con muchos recursos y medios a su alcance. Para ello exigen además de una buena obra, una cierta experiencia, incluso se fijan mucho en la cantidad de seguidores que tienen en las redes sociales; sin estas condiciones es casi imposible llegar a que te abran la puerta. De esta forma el mejor de los casos conseguir un 2 a 4% del precio de venta por cada ejemplar. Lo cual esta muy bien, si consigues vender 10.000 ejemplares en un año obtendrás 8000 Euros, es decir menos del salario mínimo interprofesional en España, pero sin correr ningún riesgo, pues la editorial se encarga de todo el proceso mas allá de que le entregues los textos en tiempo y forma. Claro que si vendes un millón de ejemplares te harás rico, solo que, hay que venderlos.

Con estos números se piensa de inmediato en la autoedición, que naturalmente esta teniendo también un verdadero boom en la actualidad. El autor asume mas gastos a cambio de obtener los porcentajes de otras partes involucradas a las que sustituye. Mas riesgo y mas inversión como en todas las empresas. Si sale bien, mucho mejor pero si sale mal, como suele suceder, publicar un libro genera mas perdidas que ganancias.

Esta es la realidad del mundo editorial que no es exclusiva de este sector, sino solo un ejemplo mas de nuestra sociedad. Muchos padres sueñan con sus hijos como campeones del mundo, pero solo una ínfima minoría lo consiguen, apenas un puñado cubren gastos y la mayoría invierten su dinero y trabajo sin resultados ni económicos ni en palmares.

El año 2021 seguramente dejará el sello de ser el año en que mas libros de viajes en moto se publicaron; bueno de viajes en moto y de todos los demás pues esta situación es común para todos. En todo caso, tanto si no ganas nada, como si incluso pones dinero siempre deberás considerarlo un éxito. La satisfacción que siente el padre de acudir a los circuitos con su hijo compartiendo vida e ilusiones es la del escritor cuando tiene en sus manos su obra publicada. Si el hijo consigue triunfar o el libro venderse es sin duda lo extraordinario.