Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que viajar en moto por placer o por turismo, era algo poco habitual.
Tan raro que ni si quiera lo entendían los directivos mas visionarios de las marcas de motocicletas. No voy a presumir de algo que sería absolutamente falso como arrogarme en ser el primero que ha viajado en moto, mi padre y hasta mi abuelo ya lo hacían, aunque es cierto que más por obligación que por devoción, pues eran sus únicos medios de transporte personal. Además, tampoco hay que olvidar que desde que se fabricaron las primeras motos se empezó a competir con ellas, y también a viajar. Pero de lo que sí que estoy seguro es de ser el primero en establecer un canal de comunicación público del turismo en moto en España.
Retrocedamos sólo unos años más en el tiempo, vayámonos hasta finales de los años setenta. Planifiqué y organicé el primer viaje en grupo para motoristas españoles por Europa promocionándolo mediante su publicación en la revista Motociclismo. Realmente era una ruta que transcurría por los mejores lugares de Europa, pero ¿Sabéis cuántos se inscribieron? Uno.
En aquellos momentos no fui el único en España en comenzar con esta “locura”, la otra revista de motos más leída, Solo Moto (entre las dos copaban prácticamente el 100% de la información de moto en nuestro país), al albur del rally Paris-Dakar anunció y promocionó a bombo y platillo durante semanas un viaje por el Sahara (Argelia) hasta Tamanrasset ¿Sabéis cuantos se inscribieron? Uno.
“ Viajar en moto todavía no era una opción vacacional para los españoles ”
Unos años después, “me fichó” Edelweis Bike Travel, la primera agencia con potencia y seriedad alemana que ya realizaba rutas para grupos por casi todo el mundo quería ofrecer destinos en España.
Por situar a los más jóvenes, hay que recordar que no había Internet y la publicidad se hacía en revistas y en catálogos de papel. Aquellos folletos impresos de entonces estaban patrocinados por la marca de tabaco Lucky Strike, curiosos datos, catálogos de papel promocionados por cigarrillos, dos cosas impensables actualmente.
Pues aún así, después de su gran promoción, no consiguieron ni un solo cliente español. Era obvio, seguía sin ser el momento.
En 1985, organicé y guié el primer viaje en grupo por Marruecos para el Club de Motos BMW de España ( pioneros en muchísimas facetas lúdicas en el mundo de la moto y en esto también). En un momento donde todos los comunicados se hacían por carta a los socios y los urgentes llamando a un teléfono fijo, trece motos BMW viajábamos por África con mi querida R90 S abriendo ruta.
Continué viajando, promocionando las rutas en moto en publicaciones de todo tipo, organizando pequeños grupos de osados pioneros; sin prisa, pero sin pausa.
A finales de 1986 Javier Herrero, director de la revista Motociclismo con su carácter directo y campechano me soltó:
- “¿Te atreves a escribir todas las semanas?
- Mmmm Si.
- Todas las semanas, eh cheli.
Las convocatorias a concentraciones motociclistas eran hasta entonces lo único que se publicaba en un escueto calendario. En aquellos momentos ya había publicado en la revista reportajes de largos viajes por el mundo como por ejemplo: Cabo Norte en 1983, Egipto en 1984 y varios alrededor de España. Entonces, ¿Por qué no iba a atreverme con rutas nacionales cada semana? Y así empezó todo. Primero como una pequeña nota, después con una página exclusiva dedicada al turismo y poco después con dos y hasta tres páginas. Como no podía ser de otra manera la sección se denominó Mototurismo. Algunos años después Solo Moto también dedicó páginas exclusivas al tema denominándolo, Solo Ruta.
No es fácil que los “millennials” entiendan lo que eran entonces las revistas Motociclismo y Solo Moto. Su publicación semanal era prácticamente la única fuente de información especializada que teníamos los motoristas en España. Había que esperar al martes para ir al kiosco y comprar, sí comprar, una revista de papel con la mayoría de las páginas en blanco y negro y algunas en color. Allí se concentraba todo lo que había pasado el fin de semana en las competiciones nacionales e internacionales, las pruebas de motos y hasta los anuncios por palabras.
“Lo que no se publicaba en “Motoci” o Solo Moto casi se podía decir que no existía”
En aquella sección, tras unos principios sin mucho orden, más que la publicación de rutas moteras comenzábamos con las series de un año de duración, y ahí ya nos situamos en el 1990. Mostrábamos la España Insólita, Puertos de Montaña, Gastronomía tradicional por provincias, Fiestas populares por calendario, Pueblos con encanto, Rutas de invierno, primavera, verano y otoño, Ruta de Paradores de Turismo, Alojamientos rurales, Rutas a los GP de Europa, Especiales vacaciones por Europa y ferríes, etc. Nunca faltaron tampoco en estas páginas los calendarios de concentraciones y excepcionalmente y al margen de la sección fija, previos y post de las grandes reuniones.
Durante tres decenios no dejamos de publicar cada semana rutas y actividades turísticas. Si me iba de viaje al otro lado del mundo, dejaba escritos y entregados con sus fotos (diapositivas) los reportajes para que ningún numero dejara de tener su ruta en moto.
Y así fue transcurriendo el tiempo. Recuerdo que en octubre de 2008 al llegar a la redacción el más experto en Internet del grupo y buen amigo Juan Muñoz, me dijo:
– “Mira esto, es la caña y viral”
Me hizo una cuenta en FaceBook que realmente yo no sabía ni para qué podría servir eso, pero me dejé llevar. En los meses sucesivos la pregunta de los amigos se repetía, – ¿Y eso para qué sirve?
Hoy nadie duda de la potencia y utilidad para múltiples facetas de las Redes Sociales. Entonces, ni el más avispado podía imaginar que Internet y estas plataformas de comunicación personal/pública serían la mayor competencia de las revistas de motos.
El boom del turismo en moto en todo el mundo ha tenido en Internet y sus aplicaciones su mayor ayuda.
La suma de motos irrompibles (antes había que ser también mecánico) y la exhibición pública de cada paso mostrando al Internatuta como protagonista, han sido definitivos para convertir el turismo en moto en una actividad con peso específico dentro del sector de la moto.
Ahora, pasados muchos años desde entonces, de vez en cuando me encuentro a algún veterano motociclista, al que no había conocido hasta ahora, que leía mis artículos como se decía antes, o que me sigue como se dice ahora. No faltan nunca en nuestras conversaciones la expresión asombrada. “como han cambiado las cosas”
¿Cómo se podía viajar sin GPS, Internet, ni teléfono móvil? Se preguntarán los que nunca tuvieron ese privilegio. No os preocupéis lo entenderéis en unos años, cuando vuestros hijos os pregunten ¿Cómo se podía viajar sin XXX ni YYY?
Gustavo Cuervo.