La etapa final del viaje por China con Angel Leal, vencedor del desafío BMW GS, fue como cada día intenso y emocionante. La jornada comenzó en Martuo, y como el día anterior salimos ya con la ropa de agua y lloviendo. El cielo no daba tregua, gris plomizo aquí, azul grisáceo allá, al frente, donde los chubascos arreciaban precisamente hacia donde enfilaba la carretera. Los kilómetros fueron pasando lentamente a veces parece que no se avanza en este paisaje infinito de montañas continuas tapizadas de verde, cortadas por ríos, salpicadas de lagunas y moteadas por los omnipresentes yaks. Los puertos de más de 4500 metros de altura ya no sorprenden y los cruzamos uno otro, las mas de las veces sorteando renqueantes camiones. La parada para el café junto a una gigantesca estupa construida con banderas de oración que decora toda una ladera. Seguimos avanzando, descendiendo los grandiosos escalones que bajan desde el Tíbet, desde los 5000 m a los 4000 y luego a los 3000. Son como las inmensas gradas de un estadio natural cuyos escalones tienen cientos de kilómetros. No podemos abandonar este prodigioso escenario natural sin acercarnos a pasar un rato con sus más genuinos habitantes, los nómadas pastores de yaks. Elijo una tienda al azar y nos encontramos con una joven madre y su hija, de apenas dos años, que vienen a recibirnos. En el interior de la humilde tienda la estufa central, la cama, una radio alimentada con batería de camión y un solo mueble donde se veneran las estampas del Dalai Lama. Sobre la cama en un cajón y bien abrigado un bebe de apenas dos meses. Dura, muy dura, la vida de estas gentes que ahora en verano pasan días en que la temperatura apenas supera los cinco grados centígrados. En el invierno mejor ni imaginarlo. Continuamos viaje y descendemos otro peldaño más, deja de llover y el paisaje cambia. Desaparecen las praderas y los yaks y aparecen las ovejas y los campos de colza. Estamos llegando a Xining y el tráfico se hace más denso. Angel apura sus últimos kilómetros y le pido que haga un balance del viaje en torno a unas cuantas preguntas. Aquellas que imagino os gustaría preguntarle a muchos de los que han seguido su viaje en estas páginas.
¿Cuantos kilómetros hiciste en total? 3000 km
¿La etapa más difícil o dura? La de la pista entre Zhangye y el cruce con Dunhuan, no por complicada si por kilometraje y estado de la pista.
¿Que es lo que más te ha gustado del viaje? De la primera semana me gusto mucho las cuevas de Mogao con su interesante museo y el desfiladero con los monasterios. Las dunas espectaculares son muy grandes y altas. Y de la segunda las espectaculares montañas.
¿Que prefieres, Ruta de la Seda o Tíbet? Me gusto mas la ruta de la Seda por la variedad el Tíbet se hace monótono aunque me gusta también mucho.
¿Montañas o desiertos? Las dos cosas todo tienen su encanto las montañas de estas dimensiones nunca me las podía imaginar.
¿Como es el tráfico en China? Es una locura desordenada que solo comprenden ellos y es imposible de solucionar a día de hoy.
Tu valoración de la moto BMW F-800 GS para este viaje. Un nueve la moto va perfecta para este tipo de viajes. Pista carretera, arena. Lo que más te gusta Motor, comodidad y manejable para este tipo de viaje, El motor muy aprovechable. Lo malo es que en carretera da mucho aire. Se soluciona un poco cambiando la pantalla por una más alta.
Tu opinión sobre el staff de China Tierra de Aventura. Un ocho, se esmeran en un país muy difícil, los chinitos son chinitos
¿Que le recomendarías a los que les gustaría hacer este viaje? Que venga preparado con aspirinas. La altura castiga mucho que no se piense que es un turismo fácil, físicamente es duro y psicológicamente también porque la ruta se hace larga
¿Que te gustaría destacar? Suerte en tener un guía español. Parece una postal permanente y Los paisajes son “acojonantes”. También es muy bonito e interesante conocer una cultura tan diferente como la china acostumbrados a Europa.