Cuando sale cruz un nudo nos atenaza la garganta, todos sabemos que puede suceder pero nunca estamos preparados para ello y un cálido sabado de Agosto, en La Bañeza tocó Cruz.
El Gran Premio de la Bañeza es una de las carreras de motos mas singulares y antiguas, no solo de España también de Europa. La única competición de motos que se corre en circuito urbano en España desde hace 63 años y la moneda siempre había caído de cara. El trabajo de la Organización, que aunque suene así muy importante “Organización”, no son mas que un puñado de amigos bañezanos que cada año sacan adelante una competición legendaria. Un puñado de abnegados trabajadores voluntarios y altruistas que hoy lloran con amargura. Hasta ahora habían conseguido proteger la integridad de todos los pilotos y el publico, sin tener que lamentar ningún accidente fatal. Esta vez tocó cruz, todas las adversidades se aliaron para llevarse a Javier.
Tuvieron que tomar la mas dura de las decisiones. Seguir con la competición o suspenderla, en cualquier caso siempre seria en honor del numero 36. Una decisión que con la humildad, sencillez y honradez que les caracteriza, no quisieron tomar ellos solos, ni con los políticos, ni por intereses comerciales, ni con los vecinos; consultaron a los pilotos de su categoría, 125/moto3. Y sus compañeros quisieron seguir celebrando la carrera, compitiendo en su recuerdo y honor.
Duro y emocionante meterse en el casco de los compañeros de box, de los que compartieron con él una bebida, un bocadillo o una herramienta apenas unos minutos antes. Latigazos de emoción cada vez que sus compañeros tendrían que pasar por el fatídico lugar de su partida.
Votaron que sí. Que había que seguir en su honor. La carrera se realizó. The Show must go On.
Después en las redes especialmente en las que solo sirven para vomitar bilis, habría algunas opiniones destructivas, insultantes, sin argumento alguno, vertidas desde el odio ciego por los que solo saben malmeter sin pararse a pensar ni un momento ni en su propia opinión. Siempre hay, hubo y habrá malas gentes. Ni caso.
Hoy estamos abatidos y tristes, pero a la inmensa mayoría de nosotros en unos días se nos habrá pasado. No volveremos a recordarlo mas que puntualmente, como recordamos puntualmente los motoristas fallecidos en accidentes de trafico que cada semana nos detallan los medios de comunicación. Javier sera recordado en algunos eventos motociclistas y siempre, seguro, cada año, en la Bañeza, pero ya.
Cuando toca cruz lo peor es para la familia y amigos mas cercanos, que tardaran años cuando no toda la vida en dejar de recordar, cada día, a este amigo que nos dejo haciendo lo que mas le gustaba, correr en moto.
Las motos son peligrosas, lo sabemos todos los que nos subimos a una y lo asumimos. No es una afición o deporte como la inmensa mayoría de los deportes, donde la muerte es algo completamente ajeno a su desarrollo. Aquí cada vez que nos subimos a una moto nos la jugamos y lo sabemos. Somos conscientes que la guadaña esta siempre lista para acabar con nuestros sueños, dejando atormentados a nuestra familia y amigos. Por eso el motociclismo esta entre la selecta élite de los deportes con épica. Deportes en los que, como en todos, algunos, muy pocos, pueden ganar, pero todos sin excepción pueden perder, podemos morir.
Cuando sale cruz, hay que llorar, asumir y seguir adelante.
Va por ti Javier. Siempre rodaras con nosotros
Gustavo Cuervo 11/08/2024