No es muy frecuente que los jefes de Estado monten en moto, y Juan Carlos I, que ha abdicado hoy (2 Junio, 2014) montaba, y con cierta frecuencia durante algún tiempo. Su afición no solo era, y es institucional, hacia los deportistas del motociclismo español. El Rey es amigo de Ángel Nieto y seguidor de los pilotos españoles, no solo en sus éxitos, también en sus desencuentros, como cuando obligó a darse la mano a Jorge Lorenzo y Daniel Pedrosa en el gran premio celebrado en el circuito de Jerez en el año 2008. Un rey que siempre ha seguido muy de cerca el mundo del motociclismo y que ha acudido en múltiples ocasiones a los GG.PP celebrados en España, empezando por el legendario circuito del Jarama y continuando por Jerez, Motmeló y Valencia.
Resulta destacable que su afición le llevara a superar la prohibición “de facto” de montar en moto por vías públicas, por su supuesta peligrosidad. Recordemos que todos los deportistas de élite de cualquier tipo de deporte, incluidos los pilotos profesionales, lo tienen prohibido por su supuesta peligrosidad. En su garaje se alinean un buen número de motocicletas, pues los fabricantes tenían como orgullo que el Rey de España tuviera en su garaje motos de su marca, las utilizara, o no. Pero es que algunas sí las utilizó, “escapándose” del protocolo y protegido por el anonimato que permite el casco con pantalla oscura. Entre leyenda urbana y realidad la anécdota de que en una de esas escapadas por la carreta de la Coruña llevo a un motorista que se había quedado sin gasolina hasta la estación de servicio, como cualquier otro motero solidario. En los últimos años fue el cirujano Ángel Villamor, gran apasionado de la moto y el médico de confianza de muchos pilotos de élite españoles e internacionales, quien le operó en varias ocasiones.
Por último decir que tuve el privilegio de montar en moto con el Rey y Ángel Nieto en unas Navidades del año 1987 con motivo de la retirada de la competición del campeón español. Según Nieto, al comunicárselo oficialmente Juan Carlos I, le dijo “vente por casa” y Ángel fue, y se llevó un par de motos para dar una vuelta por la finca de la Zarzuela. En mi condición de piloto especialista en moto-travelling de TVE, fui, con otro compañero motorista y dos operadores de cámara, para filmar aquella despedida simbólica de la competición del piloto de velocidad español que tiene más títulos mundiales. Hizo frío, mucho frío, aquella mañana invernal, y la posibilidad de encontrar hielo en la carretera, obligó a retrasar un poco la salida, pero con un poco de demora, dimos una vuelta de unos cuantos kilómetros. Ángel Nieto y Juan Carlos I en dos motocicletas Honda 500 y nosotros siguiéndoles para filmarlo todo. La vuelta concluyó en la puerta del palacio donde el monarca departió unos momentos con nosotros y los operadores de cámara, preguntándonos por las motos que conducíamos (entonces una BMW R-100 S y una recién aparecida BMW K-75-C.).
Por lo que se sabe, aunque Juan Carlos I intento trasmitir la afición a las motos a su hijo, siguiente rey de España con el nombre de Felipe VI, no parece que este haya sentido una especial atracción por las motos. Esperemos que en la próxima entrega de los premios Príncipe de Asturias, el Motociclismo español consiga el galardón de Príncipe de Asturias de los Deportes para el que esta propuesto. Méritos le sobran.