Por Jose Javier Morla.

Jose Javier Morla

Personalmente hacer este viaje fue todo un reto personal y no sabría si podría conseguirlo por mis limitaciones físicas, tengo una discapacidad física que me dejó de recuerdo un cáncer que tuve hace unos años, por lo que no sabría si conseguiría llegar al objetivo de alcanzar «la bola», pero quería superar ese reto y tenía claro que el cáncer y sus secuelas no iban a ser un impedimento. El resultado final fue una experiencia que jamás olvidaré y así dejé plasmado en el relato de ese viaje en mi blog, viaje de 41 días recorriendo 19 países, disfrutando, viendo y viviendo muchas cosas.

Cabo Norte es un destino al que, a cualquier viajero, se le eriza el bello solo con oírlo. Es el destino por excelencia donde los haya para la mayoría de viajeros europeos, un lugar mítico a los que a cualquiera que le guste viajar le encantaría visitar al menos una vez en la vida, y hacerlo en moto lo hace aún, si cabe, más especial.

El viaje en si asusta y puede intimidar a cualquiera que desde España se aventure a realizarlo, los datos que se manejan en este viaje pueden llegar a echar para atrás a más de uno. Unos 6000 km separan nuestro país de Cabo Norte, a los que hay que añadir otros tantos, o más, para volver a casa, pero con todo ello, o por ello, este viaje merece la pena hacerlo.

Los días que son necesarios para realizarlo también es una cosa muy importante. Todos conocemos a moteros que han hecho este viaje en unos 15 días, o menos, pero…., realmente se disfruta este viaje con tan poco tiempo?, yo, personalmente, creo que no; pero ojo, también entiendo las circunstancias personales y laborales de cada uno. No todo el mundo dispone de unos 30 días, o más, seguidos de vacaciones para hacerlo, por lo que todos aquellos que han tenido el sueño, placer, gusto, necesidad, etc., de hacer este viaje en pocos días olé por ellos también porque el sacrificio y esfuerzo es grande.

Hay muchas rutas para llegar a Cabo Norte, la más rápida, puede ser, desde Alemania, Dinamarca y después cruzar toda Suecia, pero yo no quería llegar allí rápidamente, mi idea de hacer este viaje era disfrutar todo lo que por el camino pudiera encontrar, quería atravesar el enorme país de Noruega desde el sur y disfrutar de un país simplemente espectacular para rodar en moto, aun así, sabía que me quedarían cosas por ver. Con todo esto y decidido a hacerlo, el pasado año 2014 comencé a preparar este viaje.

Queriéndolo hacer a mi manera; sabiendo el día que saldría de casa, pero no el día que volvería, así lo empiezo a planificar. Ana cogería 23 días de vacaciones, pero tras estudiar un posible recorrido veía que no eran suficientes para hacer el viaje que quería para los dos a este destino, por lo que decidimos que ella viajaría unos días después de mi partida hacia Hamburgo (Alemania), donde la recogería y continuaríamos viaje. Después de esos 23 días la dejaría de nuevo en Varsovia (Polonia) para desde allí, regresar en solitario hacia casa.

LOS PREPARATIVOS

Esta aventura requiere de gran preparación a todos los niveles. Por ejemplo, la moto hay que llevarla en perfecto estado ya que estamos hablando de hacerle una gran cantidad de kilómetros, una muy buena revisión antes de partir es fundamental si la moto ya tiene unos años y unos cuantos kilómetros, y aunque no los tenga también es aconsejable. Por supuesto, ruedas nuevas, pastillas, aceite, filtros, reglajes, etc., y tener previsto un posible cambio de neumáticos o aceite por el camino, mucho ojo a este punto, ya que se deben de evitar los carísimos países nórdicos para hacerlo.

Aconsejo llevar en un cuaderno todas las direcciones, teléfonos y datos de las embajadas o consulados españoles en los países por los que tengas pensado viajar, más que nada porque nunca sabes cuándo vas a necesitar su ayuda, ojala nunca, pero mejor llevarlas. Al ser un viaje largo este mismo cuaderno lo usaré para anotar todos los datos del recorrido que haga, los gastos, kilómetros y demás del mismo, jornada tras jornada.

También hicimos un seguro de viajes privado, por si pasase algo fuera de lo común, por ejemplo, si tienes que visitar un hospital en algún país en el que la tarjeta europea no esté en vigor, etc., es un gasto extra, pero aconsejable. Por supuesto, como cada vez que salimos de España llevar la tarjeta de sanidad europea y saber donde la puedes utilizar y donde no, pero si a esta tarjeta le unes un seguro privado, pues mejor aún, te puedes ahorrar algún susto.

Hay que tener muy presente que, por ejemplo, en Noruega los hoteles que hay son extremadamente caros, allí lo que encuentras son campings cada muy poco donde tienes todo lo necesario para alojarte, bien en tienda de campaña o bien en cabañas (Hytter) cuyo precio, para lo que ofrecen, no es que sea muy asequible que digamos, dependiendo de si la elegimos con baño o sin baño, lo que sí que encontramos en todas estas cabañas es que tienen una cocina para poder cocinar, pero no fregadero. Decir que en la mayoría de los campings la limpieza es muy aceptable y en general está todo muy limpio. Y otro consejo, intentar acabar la ruta diaria no muy tarde ya que cuando llegues al camping, quizás no encuentres ni una cabaña libre o de las más baratas.

También, siguiendo el consejo de otro viajero que ha visitado este lugar muchas veces, días antes de salir hacemos la tarjeta europea de alberguista ya que en algunas ciudades podría ser una opción de alojamiento a tener en cuenta.

Así mismo llevo el equipo de acampada con todo el volumen que ello implica, la tienda de campaña, los colchones y almohadas hinchables, los sacos de dormir, aconsejable que sean de plumas, aunque sea verano, allí el concepto de verano no es el mismo que aquí, incluso en verano, te puedes encontrar con el frío del invierno de aquí. Un material pesado pero para mí necesario, ya que también quería acampar los días que no hiciera mal tiempo, así ahorraríamos también algo en el presupuesto y disfrutaríamos aún más de algún paraje. También llevamos un par de sábanas bajeras, porque en los campings, al alquilar las cabañas son sin ropa de cama, si quieres sábanas hay que pagarlas aparte, y el precio no es precisamente barato por el alquiler de unas simples sábanas.

A todo ese material de acampada hay que sumarle la ropa de cada uno y una maleta para llevar exclusivamente comida. Hay que llevar también medicinas, unas cuantas herramientas, etc., y todo eso hay llevarlo en la moto, por lo que el peso y volumen se incrementa muy considerablemente.

El tema de la comida también es un punto a tener en cuenta, como he dicho antes, los países nórdicos son países muy caros en general para nuestros bolsillos, por lo que es aconsejable llevar provisiones de casa, comprando solo allí lo imprescindible y lo que consumamos en el día. Aunque allí también encontraremos en los supermercados cosas a precios razonables, solo hay que mirar un poco y buscar.

Con todo lo anterior listo ahora debemos decidir cuándo partiremos, la época ideal para visitar Cabo Norte es en verano, desde aproximadamente finales de abril a finales de agosto, donde se disfruta del mágico sol de medianoche, donde el sol está constantemente sobre nuestras cabezas 24 horas al día, y época en donde las noches, simplemente, no existen.

Ahora con las vacaciones de Ana aseguradas tocaba reservar los billetes de avión para luego yo adecuarme a esto. Una vez que los billetes de avión están confirmados ya tenía claro que tendría que salir de casa unos cinco días antes para recoger a Ana en el aeropuerto de Hamburgo y continuar viaje hacia el norte.

Así, preparativo tras preparativo va llegando el día de empezar, y ese día llega muy rápido, que ganas de empezar ya esta aventura……..

Ahora, sin más, queremos compartir con todos vosotros este viaje y os invitamos a conocer nuestro recorrido para llegar a Cabo Norte, el punto más septentrional de Europa, con muchas fotos que ilustran lo que para nosotros ha sido una experiencia única de un viaje soñado durante muchos años y que nunca olvidaremos. 

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