La capital de Andalucía marca el comienzo que no puede ser más animado pues nada más dejar atrás el conglomerado urbano de Sevilla y sus autopistas de circunvalación, nos internamos en dirección norte hacia la sierra por la a-433.

Entre Almadén de la Plata y Cazalla de la Sierra, bordeando los límites con la provincia de Badajoz, atravesamos un paisaje de gran atractivo. Una larga y solitaria carretera de montaña por el puerto de la Sal  Es el extremo occidental de Sierra Morena, que luce desde finales de invierno hasta bien avanzada la primavera sus mejores colores. Praderas floridas, alcornoques, encinas y una nutrida fauna mediterránea invitan al viajero a reposar su ruta en cualquier recodo del camino y disfrutar sin prisa de los olores y cromatismos de la sierra sevillana. El parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla una zona de media montaña de gran valor paisajístico y ecológico. Dehesas de alcornoque y encina y en las zonas húmedas quejigo, fresnos, alisos, olmos y sauces. Entre ellos corretean nutrias, gatos monteses, gamos, meloncillos y algún que otro lince. Por el cielo es fácil descubrir el planeo de buitres, cigüeñas negras y con suerte hasta águilas imperiales. Las rutas que atraviesan estas sierra son magnificas, para deleitarse en el sentir de una naturaleza inalterada a las puertas de Sevilla. En el centro de la Sierra el circuito formado por Cazalla de la Sierra, Constantina y El Pedroso sirve como núcleo para disfrutar de todas las carreteras radiales que de esta parten. Todas las carreteras serranas son fantásticas  pero uno de los tramos más recomendados  es el  de Constantina a las Navas de la Concepción, llamada la carretera de las 365 curvas, y de allí al sur a La Puebla de los Infantes, otras 300 curvas, donde se regresa….como no! a Constantina por la carretera que  va por la parte norte del pantano. Después de La Puebla hay un desvío que sale a la izquierda del pantano y a unos 3 km. La Venta andaluza de las Palomas, situada justo en El Mirador, es magnífico lugar para el descanso con su excelentes panorámicas. «El Cerro del Hierro en la carretera de Constantina a San Nicolás del Puerto es otro tramo altamente recomendable.

Desde Constantina y descendiendo hacia el valle del Guadalquivir se alcanza Lora del Río. El paisaje se relaja y los cultivos de algodón se adueñan del panorama. Los extensos cultivos se extienden hacia el horizonte cubriéndolas lomas. Rumbo sur este por las Campanas alcanzamos la A-4 y en dirección a Córdoba, Écija. Esta ruta nos lleva sin salir de la provincia de Sevilla, pero hay otra próxima, también interesante, que introduce su camino en Córdoba. Desde Palma del rio y siguiendo el curso del río Genil también se alcanza la población conocida como la sartén de Andalucía. Su situación en una gran llanura rodeada por un anfiteatro de pequeñas colinas en derredor hace que esta población marque en verano los límites máximos de temperatura de toda la Comunidad. Es una autentica sartén natural. Écija, la ciudad de las Torres, es una de las poblaciones más bellas de la provincia, sus campanarios no pueden evitar el recuerdo de los minaretes musulmanes, su entramado urbano, su blancura y el gracejo de sus gentes invitan a gozar con calma de la iglesia de Santiago, los mosaicos romanos del Ayuntamiento y los palacios señoriales como el barroco de Benamejí o el renacentista de Vallehermoso.  Entre Ecija y Estepa, el típico paisaje de la Campiña sevillana presenta en primavera sus mejores galas. Lomas suaves perfilan un horizonte ilimitado de exquisita luz y color donde girasoles y otros cultivos cerealistas componen un ondulante océano de color.

 A continuación la ruta lleva hasta Estepa, donde se produce un aceite con Denominación de Origen, pero es más conocida por la industria de los dulces navideños.  Mantecados y polvorones de Estepa se sirven a la mesa de la mayoría de los hogares hispanos durante las fiestas de fin de año. Su patrimonio monumental la permitió obtener el título de Conjunto histórico Artístico  gracias a la Torre del Homenaje, el alcázar amurallado  la Casa Palacio de los Marqueses de Cerverales, Las Iglesia de Santa María de la Asunción  San Sebastián, Carmen y Los Remedios y todo unido por calles y bocacalles coronadas por arcos. 

Entre Estepa y Osuna apenas 18 km por la rápida A-92. El origen de Osuna se remonta hasta hace unos tres mil años, cuando los turdetanos habitan la ciudad que más adelante se conocería como Urso. Hoy, como ayer, nudo de las principales de provincia sobre la A-92 y cerca de la A-4 a su paso por Écija  la coloca a tan solo 1 hora de Sevilla, Córdoba y Málaga, y a hora y media de Granada, Jaén, Jerez y Algeciras. En su entorno se dibujan los cortijos pues en en estas tierras se contaron hasta 500 los cortijos que explotaban el agro sevillano. Siguiendo la A-92 en la Puebla de Cazalla tomamos el desvío hacia Marchena.  Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1966. Son sus iglesias las que dominan el catalogo monumental: Iglesia de San Juan Bautista, gótico mudéjar con adornos renacentistas. Iglesia de Santa María de la Mota, siglo XVI, gótico y mudéjar. Iglesia de San Agustín siglo XVIII.  Iglesia de San Sebastián. San Miguel. Santo Domingo y Santa Clara. Junto con los conventos de Santa Isabel, San Andrés y la Inmaculada Concepción. Es en consecuencia conocida por su fiesta Mayor, la Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional. Son Osuna y Marchena pueblos, casi ciudades, donde el mundo agrícola andaluz se combinan a la perfección con rincones llenos de arte que el viajero puede descubrir en a la vuelta de cualquier esquina. Quedan 28 kilómetros hasta Carmona y el paisaje que los une sigue el dulce horizonte de la campiña sevillana. 

Elevado sobre las planicies  Carmona tiene un emplazamiento singular y estratégico, dominando gran parte de las llanuras, por lo que fue elegida por todas las civilizaciones que pasaron por Andalucía. Cuenta con castillo, Parador de turismo y un buen puñado de preciosos restaurantes y hoteles con encanto que le permiten ser una buena alternativa para aquellos que en su visita de la inmortal Sevilla no quieran pasar la noche en la gran capital de Andalucía.

Esta ruta por la provincia de Sevilla empieza y acaba lógicamente en la capital. Sevilla, la ciudad con duende.  Fundada en el 205 a.C. con el nombre de Híspalis. Su historia se puede resumir en unos versos grabados en la puerta de Jerez: «Hércules me construyo, Julio César me rodeo de murallas y altas torres y el Rey Santo me conquistó». La Exposición Iberoamericana de 1929, provoco un desarrollo urbanístico importante con la edificación de parques y edificios como la Plaza de España y el Parque de María Luisa. La  Exposición Universal de 1992 urbanizó la isla de la Cartuja en el Guadalquivir y la rodeo de autopistas. Giralda, Catedral, Torre del Oro, barrio de Santa Cruz, Parque de María Luisa. Plaza de Toros de la Maestranza. Reales Alcázares. Parque de los Descubrimientos, Cartuja son las referencias monumentales inexcusables. Pero si el urbanismo monumental atrae lo mejores es su ambiente  excepcional durante todo el año. Siempre hay algo que celebrar en Sevilla un momento para vivir fiestas en la calle. En la capital de Andalucía es necesario y obligatorio, al menos una vez en cada viaje, perderse por sus callejas y dedicarse al sabroso arte del tapeo. Las zonas más bulliciosas son el barrio de Santa Cruz, Los Remedios, Macarena y Reina Mercedes. Un magnifico lugar para estacionar la moto y pasear es la Plaza de la Catedral frente a la Giralda el eje en torno al que gira Sevilla, la ciudad que maravilla.

RUTOMETRO Sevilla-Cantillana-El Pedroso-Cazalla de la Sierra-Guadalcanal-Alanis-Constantina-La Nava de la Concepción-Hornachuelos-Peñaflor-Lora del Rio-Palma del Río-Ecija-Estepa-Osuna-Marchena-Carmona-Sevilla. Total: 410 Km.

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Gastronomía sevillana. Huevos a la flamenca.

No podían tener otro apellido los huevos fritos al estilo de la provincia de Sevilla. Aunque sencillos de preparar no es que lleven precisamente pocos ingredientes pues lo que da el punto especial a unos humildes huevos es la cebolla,el ajo, las habas, los guisantes, las judías, las zanahorias y las alcachofas que una vez rehogadas se complementan con puré de tomate. En cazuelas de barro se colocan los huevos se le añaden una loncha de jamón y otra de chorizo y se mete todo al horno para conseguir el punto ideal. El tapeo. En la capital sevillana es necesario y obligatorio al menos una vez en cada viaje perderse por sus callejas y dedicarse al sabroso arte del tapeo. La zonas mas bulliciosas son el barrio de Santa Cruz, Los Remedios, Macarena y Reina Mercedes. No se pueden dejar de citar las Ventas Sevillanas, típicos puntos de encuentro en carretera donde gozar de la gastronomía y el dicharachero ambiente de los viajeros sevillanos. Para llevar a casa. Cerámicas, guitarras, castañuelas.El Postigo Mercado del Postigo (Sevilla). Dulces: Tortas de aceite, pestiños, huesos de Santos, torrijas, yemas de San Leandro. El Torno. Plaza del Cabildo (Sevilla) Dulces de convento.