PORTUGAL NORTE
El norte de Portugal tomando como referencia Lisboa, posee una muy desconocida e intrincada red de carreteras de media montaña que llevan a descubrir los secretos de este país que mira al Atlántico y está considerado uno de los secretos mejor guardados de Europa.
Una red de carreteras regionales y locales en las que el placer de perderse, sin rumbo ni destino fijo, esta gratificada siempre y en cualquier lugar por el descubrimiento de pueblos llenos de encanto, paisajes singulares y rutas muy reviradas y poco transitadas. Hay que dedicarle tiempo aun para las cortas distancias pues fuera de las rutas principales todas las carreteras obligan a una baja velocidad y enlazar de continuo curvas y más curvas con lo que la media es muy baja.
Saliendo de Lisboa hacia el norte hay dos rutas, la rápida por la autopista A-8 y la más interesante por la costa, desde Sintra siguiendo N-247 Ericeira- Lourinha Peniche Cabo Carvoeiro. Un buen comienzo y una parada muy recomendable Óbidos, con su castillo y su precioso centro histórico intra-muros que se gana absolutamente el nombre de pueblo con encanto. Entre Óbidos y Nazaré 40 km con poco interés, pero el pueblo de pescadores si merece el desvío de la ruta principal. El mirador desde el acantilado con la playa extendiéndose a los pies es realmente bello. Entre Óbidos y Fátima una alternativa hacia el interior es dejarse seducir por el encanto de las carreteras locales y atravesar el Parque Natural de las Serras de Aire e Candeeiros. Fátima es referencia religiosa de Portugal, del máximo interés para los católicos y escaso atractivo para los no creyentes que pueden tomar la vía recta hacia Pombal y Coímbra o la muy sinuosa desde la primera por Figueiro dos Vinhos y la sierra de Lousa N-236.
Coímbra. Ciudad milenaria de calles conformadas por los siglos y las construcciones romanos, judíos y árabes tiene una de las más antiguas universidades de Europa, fundada en Lisboa en 1290 y trasladada al Palacio Real de Coímbra en 1537. Monumentalmente imperdonables los monasterios de Santa Cruz y Santa Clara y poco más al norte (25 km). Buçaco con su castillo-hotel y sus jardines con especies vegetales traídas de todo el orbe es uno de los más bellos y lujosos hoteles de Europa.
Entre Coímbra y Covilha una ruta excepcional lleva hasta la Sierra de la Estrella. Primero 27 km por la N-17 hasta enlazar un tramo con laN-2 y a continuación en Góis rumbo noreste por N-342. Siguiendo el rio Alva donde empiezan a enlazarse curvas una tras otra, pero es a partir de Avo donde la ruta se introduce en la Sierra de la Estrella para ofrecer una de las más espectaculares rutas de todo el país camino de Covilha y aun mejor desde esta ciudad hasta Manteigas. La carretera sigue el curso del valle glaciar del Zézere y muestra las cascadas de Candieira, entre retamas y piornos, todo un espectáculo natural. De Manteigas a Gouveia un buen tramo de paellas y algunas panorámicas vuelven a demostrar que esta sierra es una de las más bellas de Portugal y al estar surcada por carretas asfaltadas una de las mas moteras del país luso.
Entre Viseu y Lamego el paisaje es algo menos abrupto y aunque no faltan curvas, la ruta es más recomendable para las motos deportivas que para las trail como sucede en la sierra de la Estrella. Es hora de tomar la decisión del camino hacia Oporto. La primer opción sigue el curso del rio Duero, mediante una ruta a media ladera que descubre continuamente hermosas panorámicas del rio encajado en un profundo valle en cuyas laderas aterrazadas prosperan la viñas de las que saldrá el producto para elaborar el acreditado vino de Oporto. Por ambas riberas corren carreteras, siendo la cara norte la más paisajística al viajar más pegada al gran río. No hay que descuidar en ningún momento la atención pues las curvas enlazadas muchas veces ciegas obligan a mantener una velocidad prudente y dispuesto a detenerte cada vez que quieras deleitarte con el paisaje. La ruta por el norte cruza el rio Duero por Peso de Ragua y antes de llegar a Villa Real se desvía hacia el este por N-15 en dirección a Amarente. El alto del Espinho y la antigua carreta harán las delicias de los que gusten de las curvas cerradas y la nueva ruta la de los que gusten de virajes más rápidos.
Guimarães con su hermoso castillo considerado una de las siete maravillas de Portugal y poco más al norte Braga principal centro religioso de Portugal, llena de iglesias barrocas, espléndidas mansiones del siglo XVIII e intrincados parques y jardines. Nuestro viaje acaba en Oporto y sin duda tendrás la sensación certera de que hay muchas más carreteras prodigiosas en el norte de Portugal. No dudes en perderte por ellas y descubrirás uno de los paraísos motociclistas de Europa.
RUTOMETRO: Lisboa-Estoril-Cascáis-Cabo da Roca-Peniche- Cabo Carvoeiro-Óbidos-Nazaret-Fátima-Coímbra-Covilha-Serra da Estrela-Viseu-Peso de Regua-Amarante-Guimarães-Braga-Oporto.
OPORTO
Oporto la segunda ciudad más importante de Portugal con casi 2.000.000 de habitantes en su área metropolitana, se sitúa en la ribera derecha del rio Duero justo en su desembocadura en el Atlántico. Oporto es Portugal en estado puro, no en vano hasta el nombre del país tiene aquí su raíz. Desde muy antiguo hay una pugna entre Lisboa y Oporto de forma que acuñaron un dicho popular Lisboa se divierte, Coímbra canta, Braga reza y Oporto trabaja. Sobre un pequeño desfiladero su emplazamiento es idóneo para la defensa y control del tráfico de rio. En sus empinadas riberas las calles muy pendientes dan carácter a la urbe. Un paisaje ciudadano único, lleno de miradores, atalayas y diferentes alturas de construcción de casas que parecen amontonadas unas sobre otras. El centro histórico monumental ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad y cuenta entre sus monumentos destacados con la Torre de los Clérigos, la Casa de la Música y la Fundación Serralves dedicada al arte contemporáneo, la Catedral con su coro románico, el neoclásico Palacio de la Bolsa o la la típicamente portuguesa Igreja de Santa Clara. En el margen sur del río Duero se encuentran las afamadas bodegas de vinos aunque administrativamente esa ribera no es Oporto, sino Vilanova de Gaia, con la que se encuentra unido por los puentes fechados en distintas épocas y de distintos estilos arquitectónicos. Puentes que vuelan majestuosos sobre el rio. Ponte Dom Luiz, Puente de María Pía (tren) Puente de San Joao y Puente de Freixo que reconfortan el espíritu al atravesarlos en motocicleta. La mezcla de popular y burgués, de religioso y profano su mítico vino de Oporto, el dinamismo cultural y comercial, la relación con el interior y ultramar a través del puerto…todo crea una personalidad propia que mira hacia el futuro respetando y aprovechando lo mejor del pasado.
PORTUGAL SUR
El sur de Portugal con un clima más benigno que el norte, tiene en sus costas alguno de sus mayores intereses, Las playas de fina arena del Algarve llaman al viajero pero para llegar hasta tan hermoso destino nada como enlazar los mejores puntos del sur luso en la regiones del Alentejo y Algarve. Una ruta que comienza con la visita de la magnífica capital lisboeta y la ruta turística que enlaza Estoril, Cascáis y Sintra. Son pocos los kilómetros y muchos los alicientes de esta punta de la nariz de la península Ibérica. Se inicia la ruta siguiendo el margen derecho del rio Tajo cerca de su en su desembocadura. Las fortificaciones militares y las playas se suceden camino de Estoril famosa por su casino y el autódromo donde se disputan las pruebas del mundial de velocidad. Unida con Estoril por el parque Palmela Cascáis es ciudad, mientras Estoril es una de sus parroquias. A la salida de Cascáis por la ruta de la costa, La boca do Inferno, donde las olas atlánticas bufan en un profundo acantilado marca el fin de la ruta hacia poniente y la carretera sigue la costa hacia el norte pasando por Cabo Raso y tras corto desvío Cabo de Roca, en un tramo muy de moto entre bosques. El Cabo de Roca es la punta más occidental de Europa continental, como atestigua el diploma que allí puedes conseguir. En el retorno hacia Lisboa por Sintra, un puro monumento sobre una sierra encantada que los reyes eligieron como lugar de veraneo. Aun que no seas amante de las visitas culturales, no puedes perderte la ascensión hasta el castillo. La carretera que serpentea por un frondoso bosque y asciende al palacio Da Pena es para apuntarla entre los mejores tramos del viaje. Paellas, frescor, asfaltos húmedos aun en pleno verano y rincones idílicos se suceden de continuo. El entorno, el ambiente turístico internacional, y el conjunto de palacios que se encuentran entre la vegetación hacen de la visita a Sintra algo inolvidable. El Palacio nacional de Queluz, con sus agradables jardines el Palacio de la Villa con sus dos gigantescas chimeneas y el más desconocido pero enigmático palacio de la Regalía son referencias obligatorias.
En el viaje hacia el sur de Portugal hay que salir de Lisboa por el puente 25 de Abril y la autopista A-2. Al poco de cruzarlo dejamos la vía rápida para tomar N-378 hacia Sesimbra y el cabo Espichel, lugar donde el viento sopla muy fuere y se tiene la sensación de estar en el fin del Mundo. La sierra de Arrábida esta surcada por una carretera panorámica desde la que se observa a vista de pájaro el majestuoso estuario del rio Sado y la península de Tróia. Entre Setúbal y Évora la ruta atraviesa un paisaje dulce con la escala, casi a su centro, del castillo de Montemor o Novo. Évora ciudad museo de raíces romanas alcanzó su Edad de Oro en el siglo XV. Casas blancas decoradas con azulejos y balcones de hierro y un largo catalogo de monumentos la incluyen en la lista de ciudades patrimonio de la Humanidad. Entre Mourau y Moura perfilamos el pantano de Alqueva el más grande de Portugal formado por la presa más grande de Europa que tiene 96 m de altura y 458 m de longitud. 250 km² de extensión embalsa 4.150 hm3 una longitud, de 83 km profundidad máxima de 152 m. y una costa de 1160 km, igual al total del litoral marítimo portugués. Estamos en el Alentejo región de infinitas llanuras y sol abrasador. Continuamos viaje hacia Beja para descubrir sus tiendas de artesanía, sus típicas colchas alentejanas, y su exquisita repostería, todo presidido por la Torre del Homenaje de su castillo, del siglo XIII. Regresamos a la costa par conocer Sines de magnificas playas y luego con rumbo sur por la N-120 no hay un paisaje demasiado excepcional siguiéndola ruta principal que además tiene trafico denso por lo que recomendamos entrar en Odemira hacia el interior y seguir la N-266 por Santa Clara y la sierra de Monchique donde encontraremos uno de los mejores tramos de carreta de montaña de todo el sur portugués. La panorámica más espectacular de 360 grados en la cima de Foia. De vuelta hacia la costa por N-267 un buen tramo de curvas hasta Aljezur y luego rumbo sur por N-268 hasta Sagres donde la visita obligada es el Promontorio Sacro, con los acantilados cayendo verticales al océano. Una pequeña carretera, que bordea la bella ensenada de Beliche, lleva hasta el cabo de San Vicente. Los romanos decían que, el sol hace hervir el mar cada tarde y lo cierto es que es uno de los mejores lugares de Portugal para observar la puesta de sol. Una de las esquinas míticas de Europa al nivel de los memorables Cabo Norte o Cabo Sounion.
La ruta finaliza siguiendo la costa del Algarve con referencias fundamentales como Portimao, Albufeira y sobre todo Faro, la capital del sur donde cada verano se concentran decenas de miles de moteros de toda Europa para disfrutar de las múltiples actividades de la mayor reunión de motos de todo el continente.
RUTOMETRO. Lisboa-Cabo Espichel-Setúbal-Évora-Reguengos-Mourao-Amareleja-Moura-Serpa-Beja-Ferreira do Alentejo-Abela-Sines-Cercal-Vilanova de Milfontes-Odemira-Santa Clara a Velha-Monchique-Aljezur-Alfambra-Carrapateira-Cabo de San Vicente-Lagos-Faro
El Algarve Portugal Sur.
La multitudinaria concentración internacional de Faro es un pretexto magnifico para darse una vuelta por la región del Algarve portugués. De fama internacional, la costa sur del país vecino tiene un magnifico clima durante todo el año, y sus veranos no son excesivamente calurosos cerca de litoral, pues la temperatura esta dulcificada por la brisa atlántica. Solo con seguir la carretera N-125 que viaja paralela a la costa ya te aseguras una buenas vacaciones, pero los amantes de las curvas y los parajes de montaña deberán penetrar un poco al interior. Nosotros recomendamos seguir el rutómetro: Faro-Sao Bras de Alportel-Barranco Belho-Sao Bartolomeu de Messines-Silves-Monchique-Portimao-Lagos-Cabo San Vicente.
El paisaje del interior se cubre con olivos, algarrobos, limoneros, naranjos, almendros e higueras, pero son los alcornoques los arboles más llamativos. El ritmo de vida de los habitantes de las sierras poco tiene que ver con el dominado por el turismo internacional de las costas. Hay que prestar atención a los rebaños de cabras, que si bien no tienen derecho de paso se lo toman sin mayores preocupaciones. Partiendo de Faro, Sao Bras es la primera referencia y más al norte siguiendo la sinuosa N-2 Barranco Belho, donde hay que tomar el desvío hacia el oeste en busca de San Bartolomeu. Las carreteras de segundo orden no destacan por sus buenos asfaltos y las importantes reformas obras de acondicionamiento que se están llevando a cabo en todo Portugal hacen que las obras sean habituales. Mas adelante la Cruz de Portugal y después Silves, que fuera capital del Algarve y tan importante puerto fluvial que superó en su época a Lisboa. Hoy esta bella ciudad, completamente reconstruida tras el terremoto de 1755, del que sobrevivió la catedral de Santa María, merece una visita. De regreso a la costa Portimao, y después Lagos son ciudades con todos los atractivos playeros, pero el destino de todo rutero ha de ser obligatoriamente el Cabo de San Vicente, el extremo sur-occidental de la península ibérica, con sus impresionantes acantilados y su histórico faro.
Faro.Capital del Algarve desde mediados del siglo XVIII, aunque se tienen testimonios de asentamientos en la región desde hace 2.000 años. Los árabes dominaron la plaza hasta su reconquista por Alfonso III en 1219 y quedan como testigos de esta cultura tramos de la muralla que defendían la ciudad vieja. No queda mucho más de entonces, pues toda la urbe fue devastada por un terremoto en el siglo XVIII, para ser reconstruida posteriormente. La catedral es el símbolo de Faro, pero no le andan a la zaga el Ayuntamiento en cuyo interior se encuentran los museos municipal, etnográfico y marítimo. Otros edificios destacados son la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la curiosa Capilla de los Huesos y la iglesia de San Francisco con sus azulejos blancos y azules. El Arco del Reposo es una de las viejas puertas de la ciudad, dentro del casco antiguo hay que pasear con calma, disfrutando de rincones donde el tiempo parece detenerse y en los que los agobios turísticos parecen no hacer mella. El puerto y la playa ofrecen también buenos rincones para el encuentro con los amigos.
Gastronomía: Las sopas de pescado (sopa de peixe) toman mil formas celosamente guardadas por los jefes de cocina de los grandes y pequeños restaurantes. Otros primeros tradicionales son el pez espada ahumado ( Espardarte fumado) y los camarones cocidos. Gambas, percebes y centollos completan la oferta de entrantes. Además de pescados la Cataplana (guiso de almejas y carne) el cabrito asado y el cochinillo ( leitao). A los postres queso de cabra, y dulces (doce regional).
Compras: Porcelana y cristalerías de Portimao, Objetos artesano de cobre y joyas. Vinos Mateus Rosé.
Fiestas y Ferias: Faro, mayo y diciembre feria de antigüedades Largo da Sé. Artesanía Junio/julio.