Sierra de Guradarrama

La Vuelta a los puertos es una clásica del motociclismo madrileño desde que la moto hizo su aparición en esta zona de España. Par dar la vuelta a los puertos no hay un solo sentido para realizarlo ya que los pasos de montaña de la sierra de Guadarrama en su zona noroeste se pueden unir de diferentes formas; Bien de este a oeste, al revés e incluyendo, o no, algunos otros tramos y puertos de interés en función del tiempo que se disponga, En nuestra ruta recomendada hemos unido todos los conocidos mas algún otro tramo mucho menos transitado como el que pasa por la montaña de Abantos que preside el Escorial.

Saliendo de Madrid por la M-607 también conocida como carretera de Colmenar se pasa por el exterior esta gran población y se sale por el km 33 por la M-625 en dirección a Guadalix de la Sierra y la FAMET, (base de helicópteros del ejército). Este tramo resulta mucho más interesante que seguir la M-609 por Soto del Real que hasta 2009 se pasaba por su centro con varis rotondas y en la actualidad aunque ya se rodea con la variante M-608 es una carretera mucho menos amena par la moto. En cambio por la M-625 ya se pueden disfrutar de casi 20 km de suave subida y descenso a base de curvas suaves enlazadas por los pies del Cerro de San Pedro. De Guadalix a Miraflores hay dos carreteras interesantes M-626 durante siete km o M-611 para lo que hay que acercarse hasta la rotonda de Sotosierra antes de enfilar el norte. Esta segunda es más amena con buenas curvas bajo un bosque de robles con una bella recta en su centro y algunos cambios de rasante.

En Miraflores comienza el primer puerto de montaña destacable de la ruta. El puerto de la Morcuera (1.796 m) tiene 7,5 km de subida variada por esta cara con alternancia de algún tramo más sinuoso, pero lo que realmente apetece es la bajada hacia Rascafría mucho más estrecha, revirada y de paisaje que cambia de las praderas superiores pasando por los pinares a los robledales situados a cotas más bajas. Cruzando el rio Lozoya Rascafría atravesada por la M-604 hay que prepararse para la ascensión de 14 kilómetros de incesantes curvas que llevan hasta Cotos. Justa antes de empezar el ascenso el Monasterio del Paular y al poco de hacerlo un desvío poco señalizado que lleva al mirador del guarda forestal son las referencias ara los que no elíjanla parada en Rascafría. Un tupido bosque de pino albar de intenso verdor mantiene siempre en penumbra la carreta con lo que durante el invierno puede presentar hielo en algunos tramos y habrá que prestar especial atención. La subida acaba en Cotos (1830 m) que marca simultáneamente el límite de Madrid con Segovia. Por tierras de la provincia vecina se viaja en busca del puerto de Navacerrada siguiendo la carretera un trazado espectacular de curvas medias enlazadas sin descanso. Las curvas de derechas suelen ser de trazado más previsible pero las de izquierdas ofrecen en ocasiones un doble radio. Lo mejor es seguir muy atento hasta el gran aparcamiento del puerto de Navacerrada, un lugar excelente para detenerse y contemplar las amplias vistas que se domina desde esta ladera de la Bola del Mundo el sur de Segovia. El puerto de Navacerrada es la más antigua de las estaciones de esquí madrileñas. En el puerto de Navacerrada nuestra ruta, la vuelta a los puertos, toma dirección Madrid, si bien del otro lado se encuentra otro tramo espectacular con sus siete revueltas, en el descenso hacia la Granja, Segovia. El descenso hacia Madrid es muy variado en su trazado si bien faltan horquillas no se echan en falta. Derecha izquierda recordando siempre que en moto las bajadas son mucho más técnicas que las subidas. Aunque el descenso en realidad acaba en la entrada oeste del pueblo de Navacerrada para la moto lo mejor es tomar en la parte alta del pueblo el desvío por la M-614 hacia Cercedilla, Los Molinos y Guadarrama. Para conocer el primer pueblo de visita muy recomendable hay que salirse de la ruta principal (este tramo forma parte de la ruta descrita como De La Pedriza a las Dehesas) así que seguimos por la 614 para hacer en bajada la carretera de los Molinos. Un tamo m serpenteante y realmente bello especialmente en otoño cuando los robles se pintan con tonos dorados.

Una recta relaja los ánimos antes de enfrentarse al amplio puerto de Guadarrama conocido también bajo el nombre de Los Leones de Castilla. El más ancho de todos los puertos de montaña madrileño que conserva a pesar de su anchura todas las características de un gran puerto con desniveles y curvas cerradas a pasar de su amplio radio. Justo en la cima hay que tomar una carreta forestal en dirección oeste que nos introduce en el profundo bosque que tapiza las elevaciones de Cabeza Lijar y la Carrasqueta dentro del rincón más suroccidental de la provincia de Ávila. Este es un tramo muy poco conocido y frecuentado, un autentico rincón de naturaleza inalterada. El denso bosque por el que viaja la ruta estrecha y de mal asfalto con algunas zonas muy bacheadas o rotas por los hielos invernales obliga a una conducción muy lenta ideal para disfrutar de la calma que invade los sentidos. En el descenso magnificas vistas que se tienen de El Escorial  pasando antes  por el puerto de Malagón o de Abantos para descender en vertiginosa caída hacia los pies del monasterio. A media ladera un par de miradores permiten apreciar perfectamente la estructura del grandioso monasterio levantado pro Felipe II y su forma de cuadricula en homenaje a San Lorenzo que fue martirizado en una parrilla. En torno al monasterio en el viejo casco urbano de San Lorenzo hay un buen número de acreditados restaurantes, tradicionales mesones y lugares de ocio lo que sumado a los hoteles hacen de este pueblo uno de los referentes turísticos de Madrid.

La ruta continua para atacar el último tramo, la Cruz Verde que es lugar de cita de los moteros madrileños durante todos los fines de semana del año. No son muchas las curvas que hay que hacer para alcanzar la cima donde el bar y restaurante tiene siempre alguna moto aparcada en la puerta cuando no muchas. Y para finalizar nuestra vuelta a los puertos de Madrid completamos la ruta con el bucle por el muy próximo puerto de la Paradilla M-535 Santa María de la Alameda M- 538 y vuelta a la M-505 para regresar a la Cruz Verde.

Finalizan aquí los puertos y solo queda el regreso a Madrid que se puede realizar por el mismo puerto y San Lorenzo del Escorial o bien por el tramo alternativo que pasa por Zarzalejo y Peralejo para rodear El Escorial. Aunque forman parte de un solo municipio se denomina El Escorial a los nuevos barrios situados al sur del monasterio mientras queda el nombre de San Lorenzo para el pueblo antiguo en torno al monasterio. El último tramo es la carretera de Galapagar M-505 que aun nos regala con las curvas del puerto homónimo antes de cruzar el rio Guadarrama, convertirse en autovía y posteriormente enlazar con la autopista A-6 en la Rozas que lleva en poco tiempo de regreso a la capital.

La Sierra Norte 

El viaje en moto por la zona norte nunca deja indiferente a los que se atreven a rebuscar entre sus escondidas y sinuosas carreteras. La Sierra Norte está integrada por 42 municipios han sabido adaptarse a la modernidad sin olvidar su espíritu y formas tradicionales, en gran parte gracias al aislamiento secular de la comarca, con lo que han preservado, casi inalterado, su patrimonio cultural y su riqueza natural. La naturaleza envuelve y es protagonista de cada rincón serrano. La abundancia de agua su variedad de especies vegetales y fauna, hacen de esta comarca un paraíso que tiene sus mejores ejemplos en el Parque Natural de Peñalara donde se sitúa la cima más alta de la Comunidad, el pico Peñalara, que se eleva hasta los 2.428 metros y en el Hayedo de Montejo, que se cuenta entre los más meridionales de Europa. No le anda a la zaga en esta comarca el patrimonio cultural que llena de iglesias y ermitas, plazas y callejas cada pueblo y de torres y castillos sus altozanos, con lo que el amante de la historia y la arquitectura tendrán sobrados alicientes para reiteradas paradas. En el aspecto etnográfico los habitantes de esta región han conservado sus tradiciones seculares en ritos y fiestas que se suceden a lo largo de todo el año, y a los que invitan a participar a todos los foráneos integrándolos como propios en sus celebraciones. No falta tampoco una variada gastronomía y en los últimos años un vertiginoso desarrollo del turismo rural.

La ruta recomendada parte de Madrid por la carretera de Burgos (A-1) pero pronto hay que desviarse para abandonar la autovía y seguir rutas comarcales mucho más atractivas para la moto y el turismo. Tomemos pues en San Sebastián de los Reyes la salida hacia la M-106 Algete y en la quinta Rotonda la M-103 enfilando el norte por la recta más larga de toda la Comunidad de Madrid. Valdetorres de Jarama y a continuación Talamanca, que ha de ser la primera parada para los que gusten de la arquitectura. Destruida por los cristianos durante la reconquista en 1062 volvió a resurgir como centro comercial al ser paso obligado de las mercaderías entre las dos Castillas en torno a 1214, de la mano de la Mitra Toledana. De esta época quedan los monumentos más destacados que conforman una urbe que tuvo cinco templos (solo conserva hoy Iglesia de San Juan Bautista) dos ferias, Santa María en Agosto y San Mateo, el Hospital de la Caridad y cinco molinos. Si no paras en Talamanca la siguiente referencia aun más destacada culturalmente y bastante más conocida es Torrelaguna. Dejando atrás el pueblo que engrandeciera el Cardenal Cisneros una corta recta ya por carretera local, lleva hasta Patones de Abajo desde donde hay que subir a Patones de arriba para encontrase con un pueblo de arquitectura rural de gran belleza. A muy poca distancia ya empiezan las curvas y no te preocupes porque hay virajes durante muchos, muchos kilómetros. La ascensión hasta la presa es en algunos tramos muy pronunciada y la visión de la presa impresionante. En el tramo que viene a continuación la carretera corre por las faldas de la vertiente norte de la Sierra de Patones. Enseguida encontraras un par de lugares donde parar para contemplar la vista panorámica del embalse y sus múltiples recovecos. Este pantano forma parte de la red de embalses del rio Lozoya que son las que suministran el agua potable a Madrid, un agua que está considerada entre las más exquisitas de España por su calidad y sabor. Tras un tramo de moto, moto, por M-133 e vuelve a enlazar con la M-131 que viene de Torrelaguna en un tramo rápido y de curvas enlazadas muy divertido, pero en el que hay que prestar una especial atención por lo engañoso de alguno de sus virajes. Atravesando El Berrueco se toma una nueva carretera local que perfila el litoral oeste del embalse del Atazar presidido por una torre de vigilancia de la época musulmana. Emplazadas en lugares estratégicos estas torres tenían por función la observación y alerta de posibles invasores del norte. La atalaya de Torrepedrera se encuentra en lo alto de un cerro de más de 1.000 metros de altitud. Tiene planta circular, con un diámetro de 3,3 metros, una altura de nueve y sólidos muros de piedras de 1,5 metros. La distancia entre estas torres no solía ser superior a los dos kilómetros con el fin de hacer visibles las señales visuales, fuego nocturno y humo o reflejos de espejos durante el día. Al alcanzar un estrechamiento en el cauce del pantano la presa de El Villar permite el paso hacia el este en dirección a Cervera de Buitrago, aunque antes de llegar otra interesante y revirada carretera local enfila el norte hacia Robledillo de la Jara. Justo antes de entrar en el pueblo la M-130 hacia Puebla te lleva por uno de los tramos más desconocidos y retorcidos de todo el norte madrileño. Estamos en el corazón de la Sierra norte. La Sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en junio de 2005 debido a su riqueza paisajística, a la representatividad de sus ecosistemas mediterráneos y a su modelo de conservación de la biodiversidad. Es uno de los parajes naturales más espectaculares de la Comunidad con una superficie de 15.230,8 hectáreas repartidas por cinco términos municipales. Sus diferentes ecosistemas vienen determinados por las distintas altitudes que varían desde los 900 a los 2.047 metros, con un territorio protegido en un 90% mediante diferentes figuras legales. En el precioso pueblo de Puebla de la Sierra la carretera cambia y se convierte en una magnifica ruta de montaña perfectamente asfaltada donde las deportivas se sentirán mucho mejor que en el tramo anterior. En el descenso un tramo nuevo impecable de asfalto señalización y protección conecta con el puerto de la Hiruela. El descenso es largo, con muy buena visibilidad en su tramo superior y más revirado en la zona baja. Se entra en Guadalajara y en el cruce se acaba de repente el buen asfalto y hay que recorrer un tramo muy bacheado, roto y de asfalto muy antiguo. Hay que prestar mucha atención a los socavones para no romper una llanta. Se pasa así por El Cardoso y la carretera no vuelve aponerse en condiciones hasta la entrada de nuevo en Madrid. Justo a las puertas del Hayedo de Montejo. Todo es bello y magnifico pero la joya de la corona es sin duda este hayedo, declarado Sitio Natural de Interés Nacional. La ruta sube y baja el puerto del Cardoso en dirección a Montejo atravesando pinares, robledales, fresnedas y encinares amen de zonas de pastizal y matorrales que ofrecen en la primavera avanzada aromas y colores inolvidables. En el catalogo biológico de la comarca se citan más de 830 especies de animales y casi 200 de fauna vertebrada, de las cuales 140 son poco frecuentes, endémicos exclusivos o incluidos en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas. Una naturaleza magnifica en la que se abrigan cinco pueblos singulares, poblaciones que ofrecen un gran patrimonio cultural, artístico y arquitectónico. Horcajuelo de la Sierra, Montejo de la Sierra, La Hiruela, Prádena del Rincón y Puebla de la Sierra. Todos ellos conservan construcciones muy interesantes, edificaciones de uso fundamentalmente agropecuario y características propias. Son pueblos de piedra y madera saturados de rincones en los que el tiempo parece detenido. La mejor forma de comprender el estilo de vida serrano que por siglos se mantuvo en esta comarca es visitar alguno de los dos museos etnográficos situados en Horcajuelo de la Sierra y La Hiruela. Los que gusten de las caminatas nada como seguir alguna de las rutas de la red de sendas por sus diversos paisajes, ecosistemas y municipios. Así se descubren una antigua fragua y un molino harinero. Una de las premisas para la obtención del título de Reserva de la Biosfera es la conciliación de la conservación de la naturaleza con la preservación de los valores culturales tradicionales en combinación con el desarrollo económico y social modernos y en la Sierra del Rincón, esto se aprecia con claridad.

El regreso hacia Madrid en nuestra ruta principal recomendada busca Buitrago de Lozoya considerada la capital de la sierra norte y desde antiguo población que ejerció su soberanía sobre la gran mayoría de la comarca de Lozoya. Si se acaba tú tiempo puedes regresar en menos de una hora hasta Madrid por la A-1, pero si quieres seguir tomando curvas nuestra ruta principal atraviesa la autovía y busca el paso por Villavieja del Lozoya, San Mames, Navarredonda y Gargantilla de Lozoya. En la primera la iglesia de la Inmaculada y el Arco mudéjar, trasformado en hospedería. En el pequeño núcleo de San Mames una ermita consagrada al santo homónimo, probablemente de origen franco. Navarredonda se rodea de robles, fresnos, encinas, carrascas, rebollos, jarales, tomillo y retamas y es por tanto zona de explotación de colmenas. En las partes altas los pinos de repoblación recuerdan la mayor forestación de esta zona en tiempos pasados que mantenía una importante producción de carbón de leña. Gargantilla tiene dos entidades población, los núcleos de Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago con sendas iglesias parroquiales: la de San Benito Abad, (moderno) y la de la Santísima Trinidad, en Pinilla reconstruida. En el Cementerio de Gargantilla, se asegura que se realizo la ceremonia de proclamación como princesa heredera a Juana de Castilla. Si seguimos la M-604 hacia poniente alcanzaremos Lozoya, donde se puede enlazar con la ruta de Madrid Noroeste, pero nuestra ruta principal denominada norte, sigue hacia el sur para pasar por Canencia y remontar su puerto. En la cima la senda ecológica es un magnífico ejemplo de la variedad de flora y fauna de esta región que se puede conocer siguiendo una ruta pedestre perfectamente señalizada. El descenso de Canencia nos deja en Miraflores de la Sierra pueblo que por su belleza y emplazamiento se fue urbanizando desde hace tiempo con bellas casas de segunda residencia levantadas por la burguesía madrileña. Por último para volver a la capital solo queda un tramo interesante hasta Soto del Real. Unas cuantas curvas enlazadas y tres muy cerradas sobre puentes que atraviesan los arroyos y que en invierno, al mantenerse bajo la permanente umbría del bosque de robles pueden presentar hielo durante casi todo el día. De Soto a Colmenar vuelven a imponerse los llanos y las suaves colinas, en la despedida de las montañas norteñas. De Colmenar Viejo a Madrid la autovía M-607 concluye el recorrido recomendado por la Sierra Norte. Una ruta especialmente atractiva para los que busquen carreteras solitarias, variedad de curvas y el regocijo en los pequeños pueblos de arquitectura rural bien conservada.

Madrid Sur

Los aficionados madrileños siempre miran al norte cuando se trata de montar en moto. La verdad es que al norte y de este a oeste se enlazan Somosierra, con la sierra de Guadarrama y un poco mas al oeste la gran cadena montañosa de Gredos. Todo el Sistema Central ofrece las mejores carreteras para la practica del moto turismo deportivo, pero en invierno y a pesar de que la mayoría de las rutas permanecen despejadas, el frío es intenso en la alta montaña y los hielos frecuentes. Para los madrileños que no quieren congelar sus manos agarradas al manillar pero tampoco pueden evitar salir unas horas a disfrutar del turismo hay otra alternativa, mucho menos espectacular por sus carreteras pero también con un sobrado numero de alicientes. El sur de la Comunidad a falta de montañas tiene un gran numero de atractivos culturales y gastronómicos que llenan perfectamente tanto la salida dominical como el fin de semana. Vamos a recomendar en esta ocasión una ruta que viaja de este a oeste pasando por el limite sur de la Comunidad.

Rutómetro. Madrid-Alcalá de Henares-El Gurugú-Nuevo Baztán-Olmeda de las Fuentes- Villar del Olmo-Orusco-Carabaña-Villarejo de Salvanés-Colmenar de Oreja-Chinchón-Aranjuez-Ciempozuelos-Griñón-Batres-Navalcarnero-Alcorcón-Madrid. 223 km.

Para empezar la autovía de Barcelona lleva rápidamente hasta Alcalá de Henares, una ciudad que a pesar de su crecimiento desmesurado en los últimos decenios con gigantes barrios impersonales, conserva un centro histórico-artístico catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La Universidad, fundada por el Cardenal Cisneros en 1499, con su magnifica fachada donde estudiaron entre otros muchos San Ignacio de Loyola, Tirso de Molina y Francisco de Quevedo, puede ser el punto de partida para una ruta urbana que visite la capilla del Oidor, la Casa museo de Cervantes, la Iglesia magistral de San Justo, la de Santa María y  el monasterio de las Bernardas.

Acabada esta visita cultural que requiere algunas horas la ruta en moto olvida las autovías para introducirse por las sinuosas carreteras locales del este de la Comunidad madrileña. La subida a El Gurugú que los más veteranos recordaran por ser utilizada para carreras en cuesta hasta principios de los 80 es el comienzo. Nuevo Baztan es la siguiente referencia y también justifica una visita. A finales del siglo XIX

Olmeda de las Fuentes es un tranquilo pueblo en los limites con Guadalajara que varios los pintores han elegido como lugar de trabajo debido a sus singulares condiciones de luz y más adelante siguiendo siempre poco conocidas carreteras locales se enlazan Orusco y Carabaña en la vega del río Tajuña. Superada la autovía de Valencia se alcanza Chichón, donde los  refranes rezan. Chinchón: anís, plaza y mesón, y otro que dice, Chinchón de los ajos, cuestas arriba y cuestas abajo. En verdad son magnificas y sencillas descripciones de los  atractivos fundamentales de esta villa. En fin de semana lo mejor es reservar mesa en alguno de sus muchos mesones, pero si eres de los que gustan de improvisar siempre podrás degustar las exquisiteces gastronómicas castellanas en la barra de cualquiera de sus muchos y bien decorados locales gastronómicos. La Plaza, el castillo y alguna fabrica de anís son las visitas fundamentales. A tan solo 20 kilómetros de Chinchón llegamos a Aranjuez, la gran ciudad del sur madrileño que fuera residencia de verano de la corte española. El palacio y los jardines son la mejor representación española de la arquitectura de los llamados  reyes ilustrados. El interior del palacio real guarda grandes tesoros artísticos,  destacando la sala de porcelana, pero son sus jardines decorados a lo largo de mas de dos siglos los mas afamado y conocido  de Aranjuez. La Casa del Labrador en el interior del Jardín del Príncipe destinado a las fiestas cortesanas completa la visita cultural de la ciudad del Tajo.

Para regresar a Madrid lo más directo es la autovía de Andalucía por la que apenas hay que cubrir 50 km para alcanzar la capital pero si aun quieres algo mas, lo mejor es tomar en Ciempozuelos, o en la salida 29 de la autovía  hacia el oeste y pasar por Griñón y Batres, con su casa fortaleza, para alcanzar por ultimo Navalcarnero. Una bonita plaza estilo castellano, buenos asados  y también buenas pipas de girasol para otro de los pueblos de las proximidades de Madrid que atrae muchos gastrónomos los fines de semana.

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