Capitulo III Pirineos Atlánticos

Capitulo I De la Costa al Pais de los Pirineos.

Capitulo II El Corazón de los Pirineos.

Etapa reina, saliendo de Andorra nos esperan ocho puertos de montaña y más de mil curvas: Coll del Cantó, La Bonaigüa, El Portillón (Francia) Col de Peyresourde, Col de Aspin, Coll del Tourmalet, Coll del Aubisque, y Portalet de entrada a España.

Salimos de Andorra tras colocar las maletas en las motos. ¡Que fácil es hacerlo en la GTL, y que bien le quedan! Como decía en el capítulo anterior son bonitas pero poco adecuadas como maletas fuera de la moto, en cambio las maletas de la GS que resultan mucho más prácticas fuera de la moto (botoncitos de colores al margen) por su forma cuadrada, no son tan estéticas en la moto, son simplemente maletas. Lo cierto es que en este tema no hay mucho que inventar. La forma geométrica más útil por capacidad es el cubo, o sus derivados de distintas medidas de lado, que es como son las maletas de la GS , aunque pierden algo de capacidad al adaptarse por el interior, especialmente la izquierda por el tubo de escape .Para aventuras extremas donde manda la utilidad y practicidad sobre la estética los baúles “cuadrados” de aluminio demuestran que son la mejor solución para capacidad máxima, vamos como las ambulancias y las furgonetas de reparto de USA cuadradas, feas y eficientes, la aerodinámica no se tiene en cuenta. Las maletas de la GTL le sientan como un guante, y la moto es más bonita con, que sin.

El primero puerto que hay que superar en un viaje de este a oeste partiendo de Andorra por España es el Coll del Canto. Es uno de los más largos y apreciados por los motociclistas de toda Cataluña. Empieza en Adrall y sube al principio con cierto desnivel y luego mucho mas tendido, ofreciendo una variedad de curvas exquisita y una buena visibilidad en casi todo su recorrido. Tiene dos pasos en altura pues a mitad del recorrido cambia de ladera con un ligero descenso entre medias. El motor de la GTL te permite utilizar la moto como si fuera automática. La tercera marcha sirve para todo, desde las lentas horquillas hasta las enlazadas rápidas. Desde 1200 rpm hasta 8000 o lo que es lo mismo desde 20 km /h hasta más de 150. No se puede decir que se comporte como una moto ligera y la GS le gana claramente en diversión y facilidad de conducción, por posición y peso, lo que se nota mucho a la hora de frenar fuerte. No es que la GS sea precisamente una R pero es que la GTL tiene que detener demasiados kilos. Los ímpetus se calman cuando el ABS entra en acción cada vez que intento adecuar la velocidad a la entrada de cada curva. Demasiado rápido; con asfalto seco y de buena adherencia… todo indica que hay que moderarse. No es que la seis cilindros sea una moto difícil de llevar rápido entre curvas, es simplemente que no puedes perder de vista que se trata de una supertouring, larga y pesada, aunque su brillante motor intente cada vez decirte que te olvides. Salvando las distancias es como si llevaras un camión con frenos de avión y motor a reacción.

El descenso del Canto hacia Sort es más pronunciado que la subida y lo hacemos tranquilos. El día es increíblemente brillante, cálido y sin una nube. Realmente un privilegio en pleno mes de Marzo. De Sort (Si, suerte en catalán y el pueblo que vende más lotería de Navidad de toda España en su renombrada administración la Bruja de oro) a Rialp y de aquí a Llavorsí por asfalto impecable, nuevo, negro como el tizón, limpio y sin cruzarnos ni adelantar a ningún automóvil. Son esos privilegios que hay que saborear, entre semana y en Marzo, poco que ver este tramo con Julio y Agosto cuando los aficionados al rafting y por tanto las furgonetas de las empresas de rafting cargadas con sus lanchas neumáticas son las reinas del tramo. Desde Llavorsí y siguiendo el curso alto del rio Noguera Pallaresa se llega a Esterri d´Aneu, pero desde que la nueva carretera evita el paso por el pueblo, el primer tramo de la Bonaigüa, ha cambiado mucho.

Cuando se pasaba por el pueblo, naturalmente aun se puede hacer, la antigua carretera empezaba a retorcerse nada más dejar atrás las últimas casas. Ahora la variante por el oeste es una larga y recta subida en la que apenas se insinúan unas ligeras curvas para adaptarse a la ladera. Los límites nos reprimen y ambos circulamos a igual velocidad, aunque la GTL arrasaría por su potencia aunque pesa kg más de 110 k más que la GS, pero también tiene 50 CV más… De la mitad en adelante el puerto sigue su trazado tradicional. Varios tramos de herraduras se empalman seguidas, alternándose con tramos de enlazadas más suaves. Muy escaso tráfico y apenas nieve, con lo que son muy pocos los regueros del deshielo que atraviesan el asfalto que se encuentra bastante limpio. Ni animales, las clásicas vacas y caballos que normalmente deambulan por esto lares, hoy no están por aquí. Café en la cumbre al sol 17 grados hay poca nieve, muy poca.

El descenso hacia el Valle de Aran me invita a pensar lo que debía ser esto a principios del siglo XX cuando el mismísimo rey Alfonso XIII inauguro este puerto en 1924 que por primera vez conectaba el Valle de Arán con España. Hasta entonces el valle estuvo prácticamente aislado con la única conexión con Francia sigueindo el curso del rio Garona. Habría que esperar hasta el año 1948 en que se inauguro el túnel de Viella, pero el transito no estuvo abierto normalmente hasta 1965, para que realmente el único gran valle transversal al eje de los Pirineos tuviera conexión permanente con la Península ibérica. El rey debió de inaugurar poco más que una pista de tierra y yo aún recuerdo la primera vez que lo pase a principios de los 80. Ya no era una pista, pero el asfalto estaba tan roto y la niebla tan densa que fue realmente duro, claro que además tamñpoco viajaba en una moto como la de esta vez. Qué diferencia con lo de hoy.

Travesía de Aran, y en lugar de tomar por el túnel, nada mejor que empezar con los puertos franceses comenzando con el Portillón. Poco conocido este paso tiene una fuerte subida y un descenso hacia Francia aun más revirado y espectacular siempre bajo un tupido bosque. Habría que mirarlo con detalle, pero yo diría, que es poco menos estrecho y retorcido que el Collado Capsacosta de Gerona. La maxitrail GS vuelve a imponerse a la hipertouring GTL, mucho más cuando en territorio de virajes tan lentos y complicados tampoco se hace necesario cambiar de marcha en el bóxer. El descenso de este puerto por Francia es precioso, uno de esos puertos estrechos empinados con cerradas horquillas y pequeñas cascadas adornando cada valle. Una delicia que desemboca repentinamente en Bagneres de Luchon. Elegante y coqueta rodeada de cumbres de la mayor concentración de cimas de más de 3000 metros de todo Pirineos, esta ciudad debe su fama internacional a su estación de aguas termales y a la estación de esquí de Superbagneres pero además, el valle de Lys al que se accede con un telecabina, y el sendero que comunica con Benasque catalogado como vía Transnacional Europea, son atractivos excepcionales para los amantes de la montaña.

Atravesamos la población y seguimos rumbo Este por la D-618 para empezar pronto con el siguiente puerto Peyresourde, será nuestro cuarto puerto del día. Tendido al principio y algo más pendiente cerca de la cumbre el Peyresourde está dentro del grupo de grandes puertos que componen cada año el gran reto de los Pirineos en el Tour de Francia. Una sucesión de tramos sinuosos de curvas enlazadas rápidas con buena visibilidad no permiten a la 1200 escaparse de la 1600 que con su enorme capacidad de recuperación y su fabulosa aceleración toma la ventaja en estos tramos. Una ventaja que pierde en cada frenada fuerte pues los kilos empujan y hay que ser precavido y no dejarse llevar solo por el motor. La GTL frena con contundencia pero necesita más metros para acomodar su velocidad a la curvas, especialmente si estas son cerradas y no digamos ya en las horquillas.

El descenso del Peyresourde nos deja en Arreau donde de inmediato empieza en dirección este siguiendo la D-918 el puerto o Col de Aspin. Otros seis tramos de curvas enlazadas suaves con otras seis horquillas nos dejan en la cima suave y dominada por las praderas del Coll del Aspin, Normalmente durante el verano aquí se produce una gran concentración de ganado vacuno, que muy acostumbrado a los turistas permite fotografías con grandes vacas junto a las motos, pero aun no es verano así que los ganaderos mantienen sus rebaños en las partes bajas, aunque los pastizales estén completamente libres de nieve. Expertos conocedores de su territorio saben que este clima soleado y sin nubes no es más que una ventana climatológica y que muy probablemente regresaran las nieves, como así sucedió a los pocos días de pasar por este puerto. Lo cierto que hasta ahora habíamos tenido mucha, mucha suerte con el clima. Temperaturas inusuales para la época y nada de lluvia y menos nieve, clima ideal para montar por los Pirineos.

En Saint Marie de Campam iniciamos el ascenso a uno de los puertos mas míticos, si no el que más, de todos los Pirineos franceses, el coll du Tourmalet. Hay que hacer un giro de casi 180 grados en el interior de la población para enfilar la subida. Acelero para salir cuanto antes de entre las casas y oigo el pitido de Josep. Miro por el espejo y veo que me hace señas. Freno, me alcanza y me dice que ha visto un cartel de puerto cerrado. Damos la vuelta y efectivamente hay un cartel indicador que el Tourmalet está cerrado. Preguntamos para asegurarnos de tan poco deseada noticia y nos confirman que efectivamente está cerrado por nieve, ya que no suelen limpiar el puerto en su zona más alta y solo hay acceso libre hasta la estación de esquí. Tristes por la noticia no nos queda otra que viajar hacia el norte y tomar la primera transversal hacia el Este. Una ruta que al alejarse de las montañas ofrece carreteras más amplias, pero también más tráfico, poblaciones y rotondas. Tenemos que pasar por Bagneres de Bigorre y el exterior de Lourdes para volver hacia las montañas. Otra mala noticia es que el puerto del Aubisque también se encuentra cerrado. Lo intentaremos desde su parte occidental tras un largo rodeo por la campiña francesa y carreteras de segundo orden. Con la tarde empezando a caer alcanzamos Laruns justo en el cruce con la carretera que nos devolverá a España por el Portalet. Iniciamos la subida del Coll de Aubisque superamos la coqueta estación de esquí de Eaux Bonnes y seguimos ascendiendo con precaución, la temperatura ha bajado y desciende con cada metro que ascendemos lo que puede producir que los regueros que cruzan la carretera se encuentren helados. Alcanzamos el primer plastón de nieve en la carretera apenas son cinco metros y lo pasamos. Seguimos hacia arriba. Superamos otro tramo más, de unos 20 metros de hielo y nieve pisada y recuperamos el asfalto limpio, pero un muchacho que se encuentra haciendo fotos con el automóvil al lado de la carretera nos hace señas. Paramos y nos da la mala noticia poco más arriba ya no se puede pasar pues la nieve bloquea toda la carretera durante kilómetros. No podremos llegar a la parte más imponente de este puerto de montaña, que para mí es uno de los más bellos del Pirineo frances.

Atardece, en cuanto bajemos de las alturas será noche cerrada en los valles, y así sucede. En el desvío marcado España, que es el comienzo de la ruta del puerto de Portalet, todo es negro. Un valle estrecho encajado en un desfiladero no deja entrar ni los tímidos rayos de luna. No es problema y la GTL vuelve a mostrar una de sus capacidades que la colocan como la más destacable moto de gran turismo. Cuando llega la noche su faro direccional, único en el mundo de la moto, permite una mayor visibilidad en los virajes, Da mucha tranquilidad y es algo a lo que te acostumbras muy pronto. Vamos que a los pocos kilómetros te parece de lo más normal ver con tanta claridad y el haz luminoso del faro delantero adaptándose a las curvas. Por si fuera poco los dos faros “cuneteros” situados en la parte inferior ayudan en gran medida a ver las cunetas y las zonas más próximas a la moto. No hay actualmente ninguna moto que ofrezca de serie semejante cantidad y calidad en su iluminación. Los puños y asiento térmicos regulables en una escala controlable desde el menú principal permiten acomodar la temperatura para viajar aun más cómodo. Los que gusten de viajar en la noche tienen en la K-1600 GTL una motocicleta que satisfará todos sus deseos. A mí personalmente no me gusta demasiado la noche para conducir. Cierto que puedes prever con antelación si vienen vehículos de frente incluso en curvas ciegas, pero no menos cierto que nunca sabrás distinguir si la mancha en el asfalto es solo de agua o de aceite y aun menos ver a los animales salvajes o domésticos que repentinamente pueden invadir la carretera. En esta zona las cabras salvajes te pueden dar un gran susto. En la noche y por mucha luz que tengas no veras más allá del haz lumínico generado por tu moto y justo allí, desde las negras sombras puede venir el animal que se atravesara sin darte tiempo a reaccionar.

Pasamos por el Portalet nuestro sexto puerto de la jornada. En realidad sexto y medio pues el Aubisque casi lo conseguimos. Alcanzamos Sallent de Gallego y el hotel de nuestros amigos moteros Manolo y Elena, el hotel Bocalé. Si buscas un hotel encantador, donde los dueños saben de motos y acogen a los amigos con ilusión además de preciosas habitaciones y una piscina interior muy “pochola “ no lo dudes, Bocalé, en Sallent de Gallego. Acabamos la jornada con la cena en la que Josep y yo hablamos de las muchas curvas pasadas hoy. ¿Cuántas? Imposible de contar sobre la marcha, pero haciendo una muy conservadora cuenta de 5 curvas por kilómetro estaremos rondando las 2000. No está mal para un solo día.

Mañana última etapa transpirenaica de Sallent de Gallego a San Sebastián.

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