La línea más divertida entre dos puntos con una moto siempre es la más retorcida. Siguiendo esta máxima Josep María con su BMW 1200 GS y yo con la BMW 1600GTL salimos del camping Les Medes en L´Estartit enfilando San Sebastián, justo al otro lado de la cordillera de Pirineos. Lo primero rotondas y cruces, las llanuras pre litorales de Gerona son pródigas en vías que se entrecortan continuamente. Es una mañana brumosa, pero Josep asegura que en cuanto nos alejemos de la costa lucirá el sol, y así sucede. Pasamos por el exterior de Gerona y Bañolas, el sol brilla con fuerza y seguro que el legendario monstruo del lago natural más grande de Cataluña no tiene ganas de asomar la cabeza. El motor de la GTL gira redondo, es una gozada la suavidad que trasmite estos seis cilindros, sin embargo la transmisión tiene un punto en el que peca claramente. A bajas/medias vueltas un «clonck» cada vez que cortas y das gas de inmediato se nota no solo como ruido, también en la pulsación de maneta del embrague. Es el sistema de transmisión, no es  una simple holgura de diseño tendrá un motivo pero que mancha la finura exquisita de esta motocicleta.

Rodamos tranquilos hasta Olot por la C-26, no sin parar en uno de los pueblos más singulares por su emplazamiento de toda Cataluña. Castellfullit de la Roca, con su caserío aupado sobre las columnas de basalto, una foto y seguimos. Lo bueno empieza ahora. Estamos en plena comarca de la Garrrotxa, una región volcánica donde mediante senderos se pueden llegar a ver los crateres de algunos volcanes que aun tapizados de bosques son perfetamente reconocibles. Desde Olot hacia el oeste y Ripoll parten dos carreteras, ambas muy de moto. La del sur es la lógica para los que quieran llegar cuanto antes, pero la del norte, incluso mucho mejor olvidándose del túnel es nuestra elección. El puerto de Capsacosta es de esos retorcidos de curvas lentas estrecho buen asfalto y sin tráfico. El lugar ideal para comprobar cómo se mueve en este terreno el «mastodonte GTL». Y sorprende. Sorprende no solo por su gran estabilidad, aún a baja velocidad, que hace confiarte en inclinaciones aún circulando muy lento, pero es que la clave vuelve a ser su motor el que apuntala toda la confianza. Da igual el régimen de giro, noble y suave siempre tienes la tracción necesaria para solventar cualquier viraje con facilidad. Claro que no es una GS en los cambios de dirección, ¡estaría bueno! son mas de cién kilos de peso de diferencia. No obstante hay que aplicarse con la GS para dejar atrás a la GTL y mucho más habría que hacerlo con la GT, pues la posición de conducción, de la más lujosa de las BMW es determinante. Como decía en el capítulo anterior no es fácil cargar los pesos en los reposapiés con esta posición tan de sillón. Josep a pesar de ser de Girona no conocía este puerto y yo, cada vez que lo paso me gusta más. Es como una larga pista de karts pero en subida y bajada. Muy bonito.

Pasamos Ripoll y enfilamos el norte hacia Ribess de Freser y el segundo gran puerto del día. El Collado de Tosses. Poco tráfico, puerto estrecho y personalmente un puerto de montaña en el que nunca he bajado la guardia lo más mínimo. No sé qué pasa, pero en las pocas curvas ciegas que tiene me suelo encontrar o con un camión o con una caravana de frente y ocupando casi todo el espacio. No obstante reconozco que es un puerto selectivo por la variedad de sus curvas y muy largo, lo que ayuda a diferenciar capacidades de pilotos y motos. No en vano se utiliza casi siempre en el rallye Costa Brava. El descenso es aún más selectivo si se hace por este lado, pues apurando fuertes frenadas se castigan mucho los frenos, asi que lo más normal es que se calienten y pierdan eficacia mucho antes de alcanzar Ribes. Mostros paramos a comer en La Molina, la estación de esquí que ofrecía un aspecto inusual para la época. Prácticamente todo cerrado y apenas un puñado de esquiadores, y es que solo hay nieve artificial en las pistas. Las montañas aparecen peladas, secas, incluso amarillentas y el calor aprieta en uno de los inviernos más secos del Pirineo en los últimos años. Vamos muy malo para los negocios de la montaña, muy bueno para rodar en moto por Pirineos. Nunca nieva a gusto de todos.

Descenso. Puigcerda, Francia- Llivia, (España) curiosa la singularidad territorial de esta isla española en territorio de Francia, donde puedes visitar la farmacia más antigua de Europa, y un nuevo puerto Puymorens. Al principio es suave pero en la parte alta se retuerce y aun más en el descenso hacia el cruce con la carretera que lleva hacia Andorra. Han sido solo un puñado de kilometros por Francia antes de entrar en Andorra, el país de los Pirineos, Pasamos por el Pas de la Casa y ascendemos el puerto de Envalira. Ancho y con excelente visibilidad, el túnel que se inauguró hace unos años no parece que hoy haya hecho buen negocio. La mayor parte del tráfico utiliza hoy el puerto, creo que será por que el día es radiante y no merece la pena pagar dinero para quedarse sin ver el espectáculo natural que ofrece este paisaje. En los amplias curvas GS y GTL casi empatan, la primera es más fácil de llevar, mas agil aunque haya que utilizar el cambio, pero la segunda con su par de camión, potencia y suavidad no la deja escaparse en cuanto aceleras la pilla con facilidad. No hay que dejarse llevar por la emoción, especialmente en las bajadas pues pesa, pesa mucho 338 kg que con sy piloto encima y algo de equipaje supera los 400 kg.un y aunque frena muy bien si abusas lógicamente se calientan los discos y por consiguiente los liquidos del circuito, que es lo realmente peligroso,  aunque en honor a la verdad nunca llegue a perder nunca ni tacto ni presión.

Un buen día con muchas curvas, repartidas entre cinco puertos y sus valles,  así que a descansar en Andorra. Curioso este país. Cada vez que voy pienso que ya no se puede construir más y cada vez me equivoco. Ahora ya se puede atravesar casi toda Andorra por una vía alternativa sin semáforos ni tener que atravesar el centro urbano de la captial,  Andorra la Vella. Llegamos al hotel y a otro momento importante en una moto turística. La funcionalidad de las maletas. Las maletas de la GTL se quitan y colocan muy fácilmente y encajan a la perfección. No tienen la complicación de otras maletas marca de la casa con pequeños botones de colorines que salvo que los utilices continuamente no acabas nunca de aprender si hay que tirar o apretar, el amarillo o el rojo. Las maletas de la GTL se abren y cierran con solo pulsar el botón pues lo más lógico es llevalas sin cerrar con llave y bloquearlas con el cierre centralizado situado en el puño derecho. Es un sistema muy sencillo. Para quitarlas de la moto eso sí, hay que girar la llave en sentido contrario al de apertura de las tapas, pero es bastante lógico y fácil. Otra cosa es que por cuestiones de aerodinámica y estética su forma no sea la más adecuada tanto para las capacidades como para su utilización fuera de la moto. Aquí le ganan las maletas cuadradas de la GS que además tienen la útil función de poder ampliarlas en anchura con una palanca interior. Son más feas y capaces. No se puede tener todo.

Mañana etapa reina Los mayores puertos pirenaicos de España y Francia.