Cada día y de forma sistemática antes de subir a la moto realizo una serie de gestos, ya convertidos en rutina, que me ayudan a que la conducción y disfrute de la moto sea mucho más placentero. Es algo que suena muy sencillo. Vestirme.

Claro que nadie sale a montar desnudo, pero no sólo hay que ponerse la ropa y ya. El proceso de vestirse o equiparse correctamente para montar lo comparo con lo que hacen los toreros antes de salir a la plaza. Ellos siguen un ritual que es similar en casi todos, aunque cada uno tenga sus propias manías o estilos. Lo mismo hay que hacer para montar en moto, aún para los más pequeños desplazamientos.

Empezando por la ropa interior que en verano es lo mismo que para cualquier ciudadano, pero en invierno nos exige añadir alguna capa de ropa térmica y que no tiene mayor misterio. Todo se va complicando un poco mas según avanzamos en la vestimenta y no por que sea difícil hacerlo, si no por que la diferencia entre hacerlo bien o con prisa y sin fijarse puede ser determinante en caso de percance, entre una anécdota sin consecuencias o una grave lesión.

Los pantalones de moto con refuerzos y material anti-desgarrable son el siguiente paso, botas y ajuste correcto de los cierres del calzado y los bajos del pantalón. A continuación, la parte superior. Camisa, camiseta, jersey, o lo que quieras es como para cualquiera, pero la chaqueta, no. Dedica un poco de tiempo a ajustar los cierres de las mangas y el correcto y completo cierre de la chaqueta, abrir o cerrar ventilaciones etc. Paso a paso de adentro hacia afuera.

Después, en invierno el soto-casco, verdugo, buff o como quieras llamarlo y según tus preferencias. No debes dejar ningún pliegue que con el tiempo te causara molestias y hasta dolor de cabeza. Casi para finalizar, el casco bien ajustado y abrochado antes de dar el último paso, los guantes.

Justo antes recuerda siempre colocar las llaves en el contacto de la motocicleta, y cerrar todas las cremalleras y velcros adecuadamente. Si te olvidas de la llave tendrás que volver a quitarte los guantes o revolver todo para cogerla. Lo mejor es acostumbrarte a colocarla siempre en el mismo bolsillo.

Por último, subir a la moto y acabar de ajustar guantes sujetando fuerte el manillar con lo que se consigue un perfecto acoplamiento a la mano. En los primeros metros en marcha, y esto ya depende de las manías de cada uno, ponerte de pie sobre los estribos para estirar pantalón y que no queden pliegues, estirar las piernas fuera de los estribos de forma alternativa, tirar de la entrepierna como hace Rossi o lo que quieras, siempre que no pierdas en ningún momento el control de la moto.

Si consigues convertir en ritual el acto de equiparte podrás viajar o simplemente transportarte de una forma más segura y placentera.

Al final del proceso sólo queda repetir la frase tan usada por los toreros: “Suerte maestro”.