Capitulo 2

Fairy Medows. Skardú, Baltistán y el valle del Indo

 

Amanecimos muy temprano en Fairy Medows. El campo base del Nanga Parbat, desde donde solo se realizo una expedición hacia la cima. El Glaciar bloquea el paso hacia las cumbres por esta cara norte tan bella. Desayuno, té y huevos revueltos Niebla, frío. Salimos hacia abajo caminando entre lloviznas. Nos espera una larga jornada. Primero por la senda alcanzamos donde tenemos la Kawa y los coches Jeep. Recogemos la moto del punto mas alto que se puede alcanzar en motocicleta, un poco mas allá que en un coche en esta subida vertiginosa. Un paso complicado que necesita ayuda y luego ya pista estrecha, pendiente de roca de precipicio, de no tener vértigo. Luis baja en la moto y todos los demás en el auto.

Al llegar al único puente de madera del descenso esta cortado para autos el rio ha cubierto la pista de roca y barro alternativa. Hace falta pala y un buen trabajo para volver a dejar el paso factible para los pequeños 4×4.
La moto pasa por el puente. Cambiamos de coches y seguimos hasta abajo. Acabamos con lo que es para mi la carretera, pista o camino mejor dicho mas peligroso del mundo. Por peligro intrínseco de dificultad en su trazado. Muy estrecha con largos tramos de roca y fuerte pendiente. El abismo siempre amenaza en Fairy Medows.

Recogemos las Suzuki junto al Indo y ya con nuestro vehículo de asistencia sin demora, nos ponemos en marcha siguiendo la ascensión del rio por su margen derecho. Atrás quedan las nevadas cumbres del Nanga Parbat la novena montaña del mundo La montaña desnuda.

 

 

 

Nanga Parbat.

RIO INDO EL RIO LEON
Unas decenas de kilómetros mas adelante abandonamos la KKH. La ruta que viaja hacia China, deja de seguir el rio Indo que gira hacia oriente y busca el norte directamente hacia Kunjerab Pass. Nosotros seguimos el rio Indo, el río León. El potente rio se encaja en las mas fabulosas gargantas de todo el recorrido. El río la carretera y tu.

Rio Indo.Baltistán.Pakistan.

Karakorum Highway

El cañón en esta parte son 150 km de pura roca. Es el barranco mas violento de los que he recorrido en mi vida. Es una carretera muy difícil, salvaje que amenaza de continuo en convertirse en dramática. Las aguas baten con furia en el fondo y la carretera, una diminuta raya, abrumada entre farallones, precipicios, desaguaderos. Un hilo humano pendiente del abismo transcurre temerosa por su margen derecho. En algunos lugares se escucha el arrastrar de rocas, del tamaño de automóviles por el fondo, chochando, rompiendo, resonando. Brama el Indo.
Al circular por la izquierda tenemos la ventaja de pegarnos al interior a la pura roca en el cruce con vehículos . Ellos deben asomarse al vacío y claro cuando se cruzan con una moto pues no lo hacen.
Un automóvil saca a Sebas de la ruta y una par de piedras se encargan de tirarle de la moto A baja velocidad Sebas se da un buen costalazo. Unos arañazos en el el brazo y dolor de costillas. Se sube a la moto y sigue para llegar hasta donde estamos los demás.
Hemos tenido suerte. El dolor de costillas para muchos días fue el único daño de una caída en estos lares. Aquí cualquier tonta caída puede convertirse en un grave problema. La carretera nos dio una tregua. Un aviso también. Seis moteros y cinco motos permiten relevar a Sebas y seguir viaje. La tarde amenaza con atraparnos dentro de esta profunda raja de la geografía asiática.
Por fin el valle se abre y alcanzamos la joya de Pakistán. El Baltistán con su grandioso valle de Skardu. El Indo se abre en grandes brazos auténticos lagos , amplios remansos, islas. La arboleda y los espacios abiertos reconfortan la vista tras horas encajados en un agónico desfiladero.

Rio Indo en Sakardú.

Skardú es una ciudad activa, singular de trafico intenso por su calle principal. De buen rollo con las gentes. Nada que ver con los pueblos de hace unos días. Los baltíes aprecian el contacto con los extranjeros.

EL TALLER DE SKARDÚ 

Tenemos que repasar las motos. Necesitan ajustes de dirección, cadenas, aceites, frenos….. las cuatro Suzuki aguantan el embite pero acusan la dureza de las pistas. De la mano de Hanif recalamos en un taller de motos en Skardú.

-Que buen rollo. Lo de las motos es que mola en cualquier parte. Todos los mecánicos se ponen a nuestra disposición organizados por el jefe. Saca la libreta y apunta todos los detalles que le indicamos.

Se compromete a que esa misma noche estarán todas terminadas.

Da gusto verles trabajar, Con herramientas básicas ninguna especial es necesaria para motocicletas tan simples. Se cambian aceites, se limpian carburadores y filtros, se tensan las cadenas y ajustan las direcciones, un buen repaso. Luis y yo quedamos satisfechos. Han ajustado todo bastante bien, Van al grano con la agilidda y pericia que dan la experiencia. Eso si como cualquiera de nosotros al probar la moto con el cambio singular de este modelo. “Punto muerto” neutral, arriba del todo y todas las marchas hacia abajo, mete una fuerte reducción. Con el mando de balancín no es que te llegas a acostumbrar tampoco nunca . Esta fue otra de las aventuras del viaje en estas pequeñas GS .

Volveríamos a utilizar los servicios del taller una semana mas tarde, de regreso del trecking con las motos aun mas tocadas por la durísima pista a Hushe.

Soldadura, manetas pinchazos y revisión a cinco motos con lavado incluido. Ademas con huelga de gasolineras nos pondrían depósitos llenos. Precio 25 Euros. Todo un taller con clase.

Continuará.

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