La multinacional japonesa Suzuki ha comunicado su decisión «irreversible» de cerrar el 31 de marzo de 2013 la planta de motocicletas que tiene en Gijón, ( Asturias )  que emplea a 200 trabajadores desde la que distribuye sus modelos Burgman de pequeña cilindrada y alguno mas a los mercados europeo y americano.  El consejero delegado de Suzuki Motor España, Masayoshi Ito, realizo el comunicado durante una reunión que mantuvo en Oviedo con el presidente del Principado, Javier Fernández, y el consejero de Economía y Empleo, del Principado  Graciano Torre.

«Es una noticia nefasta», declaro el consejero,  quien reconocio que no hay posibilidad de revertir la decisión  de la compañía japonesa implantada en la ciudad de Gijón desde hace 28 años. Según los responsables de la empresa, la factoría  ha acumulado unas pérdidas de 30 millones de euros en los últimos cuatro años  perdiendo un 70 por ciento de su mercado en Europa.  Los directivos de la empresa han insistido en que se trata de una decisión irrevocable por las continuas pérdidas de la filial española. Los trabajadores que están sometidos a un expediente de regulación de empleo que finaliza en marzo, fecha en la que se cerraran las puertas de Suzuki en Gijón.  A pesar de que el Gobierno del principado recomendó la permanencia de la empresa aun de bajo perfil recibió una respuesta rotunda de los directivos japoneses que no divisan ni a largo plazo la recuperación del mercado.  La dirección de la empresa va a negociar ahora el cierre ordenado de la planta gijonesa, que en la actualidad fabrica unas 10.000 motocicletas al año.  La planta asturiana produce los modelos Burgman de 125, 150 y 200 centímetros cúbicos de cilindrada que han quedado «desactualizados por prestaciones y precio elevado», según representantes sindicales quienes desde hace meses se temían que la compañía iba a anunciar el cierre de la factoría ya que el nuevo modelo que iba a producirse en Gijón se lo llevó la planta de Tailandia. Por las actuales condiciones del mercado de la moto en recesión tampoco se puede plantear  la posibilidad de que aparezca un comprador de las instalaciones.

El secretario general de la Asociación Nacional de Empresas del Sector de Dos Ruedas (Anesdor), José María Riaño, ha lamentado la decisión de Suzuki de cerrar su planta de Gijón, al tiempo que ha recordado que no es el primer cierre de una fábrica de motos en España, tras los de Yamaha y Derbi en Cataluña.  «Lamentamos profundamente la noticia», manifestó Riaño, quien, en declaraciones a Europa Press, indicó que la decisión de Suzuki «tiene su origen en el profundo deterioro del mercado de motos en Europa, y en España en particular».

En este sentido, explicó que el sector de la motocicleta se encuentra en una situación muy difícil por distintos factores, como el impacto de la grave crisis económica, con un elevado nivel de desempleo, la confianza del consumidor en mínimos y los problemas de acceso a la financiación. A esta situación se suma, en el caso español, una serie de cambios normativos que, según Riaño, han modificado el sistema de permisos de conducir motocicletas y ciclomotores. En este sentido, recordó la elevación de 14 a 15 años de la edad mínima para conducir ciclomotores o el adelanto en el nuevo esquema de permisos para motocicletas.  El secretario general de Anesdor recordó también que el sector se vio afectado por modificaciones en el impuesto de matriculación (tres cambios en 18 meses) y que no puede optar a la financiación del Plan de Competitividad de Automoción. Además, Riaño no entiende por qué las motos han quedado fuera del Plan PIVE.  En definitiva, concluyó que el cierre de la planta de Gijón es una decisión empresarial que corresponde a una marca y que obedece a factores de diversa índole, y no sólo a la situación que atraviesa el mercado español. Fuente Europa Press y agencias.