Tormentas de arena y de granizo, viento y lluvia, frío y calor desiertos y glaciares, ciudades de pujante modernismo y aldeas ancladas en el remoto pasado. China sigue ofreciendo la emoción de la sorpresa en cada viaje, a cada vuelta de cada recodo del camino. Esta vez he recorrido más de 10.ooo km en BMW F-800 GS por la Ruta de la Seda, atravesando dos veces el desierto de Taklamakán emocionándome otra vez ante las dunas de Dunhuan o las cuevas de Mogao y descubriendo rincones inéditos para mis memorias de viajero empedernido, como el valle de los mil budas. En esta ocasión y durante 35 días he compartido experiencias con ingleses, norteamericanos, alemanes y argentinos, y disfrutado de la compañía y la forma de ver el mundo de mi amigo el gran viajero Emilio Scotto. Próximamente en esta web, fotos, comentarios  y vídeos de un viaje siguiendo las huellas de Marco Polo.

[nggallery id=62]